Inversión pública con avances limitados y desafíos estructurales

Vigilante.pe

Durante el primer semestre de 2025, la ejecución de la inversión pública en el Perú alcanzó los S/ 24,5 mil millones, lo que representa un incremento del 10% respecto al mismo periodo del año anterior. Sin embargo, este crecimiento no puede ocultar una realidad preocupante: el 44% de los proyectos aprobados no han iniciado su ejecución, lo que equivale a 22 mil 881 iniciativas estancadas, muchas de ellas en sectores sensibles como salud y transporte.

El problema no es solo presupuestal, sino profundamente institucional. Existe una brecha en la capacidad operativa, especialmente en gobiernos subnacionales de acuerdo a las cifras de inversión. El resultado de una mal llamada descentralización que no dio capacidades a los GORE sino solo recursos.

Gobiernos locales: con más recursos, pero baja capacidad de ejecución

El Presupuesto Institucional Modificado (PIM) para la inversión pública en 2025 asciende a S/ 65.745 millones. De este total, el 39% está en manos de los gobiernos locales, que manejan S/ 25.782 millones. No obstante, a junio de este año solo han ejecutado el 31.4% de su presupuesto, muy por debajo del promedio nacional del 37%.

El panorama es especialmente preocupante en regiones como Puno, donde el proyecto del Hospital Juan de Dios de Ayaviri —valorado en más de S/ 15 millones— no ha ejecutado ni un sol, pese a que la anemia infantil afecta a 7 de cada 10 niños en la zona.

Desigualdad en la ejecución por niveles de gobierno

Obras abandonadas y bajo desempeño por ineficiencia son algunos de los denominadores comunes.
Obras abandonadas y bajo desempeño por ineficiencia son algunos de los denominadores comunes.

El gobierno nacional muestra un mejor desempeño relativo: ha ejecutado el 44% de su presupuesto para inversión pública (S/ 10.800 millones de S/ 24.632 millones), con un crecimiento interanual del 16%. Sin embargo, sectores clave como salud y transporte aún enfrentan cuellos de botella, con múltiples proyectos paralizados.

A nivel regional, la situación también es crítica. Solo se ha ejecutado el 37% de los S/ 15.330 millones asignados, y regiones como Huánuco (22.5%), Callao (26.5%) y Áncash (27%) figuran entre las de peor desempeño, según datos del Ministerio de Economía y Finanzas (MEF) a julio de 2025.

Además, 3 mil 652 proyectos identificados como críticos no cuentan con continuidad presupuestal. Estos, con avances financieros entre el 10% y el 85%, representan un riesgo de pérdida de recursos y de impacto negativo en el desarrollo regional.

Una inversión que no llega a tiempo

La baja ejecución en sectores prioritarios como salud, educación y seguridad, y el elevado número de proyectos sin avances evidencian las limitaciones estructurales del sistema de inversión pública. Estas deficiencias afectan directamente la capacidad del Estado para cerrar brechas sociales, mejorar la infraestructura crítica y responder a las necesidades urgentes de la población.

La falta de continuidad presupuestal, la escasa coordinación entre niveles de gobierno y la limitada asistencia técnica amenazan con seguir ralentizando el desarrollo nacional. No basta con asignar presupuesto; se necesita fortalecer capacidades y establecer mecanismos de seguimiento efectivos. Mientras tanto, miles de obras siguen en espera y millones de peruanos, especialmente en zonas rurales, continúan sin acceso a servicios básicos de calidad.