Dos postores del Forga tienen deuda con Sunat

El proceso de adjudicación del proyecto de mejoramiento del Castillo Forga enfrenta nuevas controversias. Dos de los seis postores actualmente evaluados por el Comité Especial presentan deuda coactiva vigente con la Sunat. Lo que genera cuestionamientos sobre el filtro de elegibilidad y transparencia. Las empresas implicadas —ambas con sede en Lima— adeudan montos por conceptos vinculados a EsSalud, ONP y el Tesoro Público. En paralelo, la entrega de la Buena Pro se aplazó por quinta vez. Lo que suma tensión entre los ciudadanos de Mollendo que esperan el inicio de esta obra emblemática.

La información, corroborada mediante el portal oficial de la Sunat, revela que las firmas B & B Ingenieros Consultores S.A.C. y J & M Ejecutores S.A.C. tienen deudas activas en procesos de cobranza coactiva. La primera mantiene una deuda de S/ 8,043, mientras que la segunda arrastra un monto de S/ 5,722. Ambas cifras están vinculadas a obligaciones impagas con EsSalud, ONP y el Tesoro Público. Y se derivan a las centrales de riesgo, lo que compromete su historial financiero ante el Estado.

Las otras cuatro compañías actualmente en carrera por la obra no registran deuda coactiva, según la misma fuente. Se trata de Contratistas Generales San Luis S.A.C. y Corporación Aceros y Minería HL S.A.C., ambas domiciliadas en Áncash, así como Constructora Costa Andina S.A.C. y Constructora QR S.A., también establecidas en Lima. Pese a cumplir los requisitos financieros, aún deben pasar el filtro técnico del comité evaluador.

Mientras tanto, la entrega de la Buena Pro para esta licitación ha sido nuevamente aplazada. La fecha inicial fue el 7 de julio, pero ya suma cinco reprogramaciones. Primero al 14, luego al 17, 18 y finalmente al 21 de julio. Según el Comité Especial, los retrasos obedecen a la necesidad de subsanar documentos conforme al artículo 78 del Reglamento de Contrataciones del Estado.

El proyecto del Castillo Forga es uno de los más esperados en la provincia de Islay. No solo por su valor arquitectónico e histórico, sino por el impulso que daría al turismo en Mollendo. La constante postergación ha generado malestar entre los vecinos, quienes ven en esta obra una oportunidad para dinamizar la economía local y rescatar un símbolo del litoral arequipeño.