Cinco mujeres pierden la vida cada día en el Perú a causa del cáncer de mama, una enfermedad que suma alrededor de 7 mil nuevos diagnósticos cada año. Según advierte la especialista en ginecología Ayme Chacón Arévalo, muchas de estas muertes se podrían evitar con una detección temprana. La médica de la Orden Hospitalaria Clínica San Juan de Dios hace un llamado urgente a las mujeres: realicen controles anuales y no subestimen los factores de riesgo.
Aunque el cáncer de mama es una de las principales causas de muerte en mujeres peruanas, aún existe poca conciencia sobre la importancia del chequeo preventivo. La doctora Ayme Chacón Arévalo insiste en que un control anual puede hacer la diferencia entre la vida y la muerte. “Detectar la enfermedad en una etapa temprana permite actuar a tiempo. Por eso es clave que las mujeres, desde los 40 años, se hagan su mamografía y aprendan a realizarse el autoexamen de mama correctamente”, señala.
Pero hay casos en los que la vigilancia debe comenzar antes. La especialista advierte que las mujeres con antecedentes familiares de cáncer, especialmente si este apareció a temprana edad, deben acudir al control incluso antes de los 40. “Es vital que quienes tienen esta carga genética lo tomen con mayor seriedad. No deben esperar a tener síntomas, porque en muchos casos el cáncer de mama no duele, pero avanza silenciosamente”, explica Chacón.
Uno de los instrumentos más efectivos para detectar la enfermedad es la mamografía. Esta radiografía de la mama tiene un 90% de efectividad para identificar tumores, incluso en etapas iniciales. En la Clínica San Juan de Dios, la campaña de chequeo preventivo permite acceder a una mamografía bilateral por solo 99 soles. “Queremos facilitar el acceso al diagnóstico temprano. Salvar una vida no debe ser cuestión de suerte, sino de prevención”, subraya la doctora.
Además del control médico, el estilo de vida también juega un papel importante en la prevención. Chacón recomienda a las mujeres mantener hábitos saludables: evitar el alcohol, dejar de fumar, alimentarse bien y hacer ejercicio con regularidad. “Cuidar el cuerpo es cuidar la vida. Y una consulta ginecológica al año puede convertirse en el mejor escudo contra esta enfermedad que no da tregua”, concluye.