El reciente acuerdo entre los gobiernos de China y Brasil, firmado en julio de 2025, marca un punto de inflexión para el comercio sudamericano. Con este pacto, se inicia el estudio del Corredor Ferroviario Bioceánico. Una ambiciosa vía que uniría el Atlántico brasileño con el Pacífico peruano, teniendo como eje final el megapuerto de Chancay. Expertos aseguran que esta infraestructura no solo fortalecería el vínculo comercial con Asia, sino que podría incluso superar al Canal de Panamá en volumen de operaciones y beneficios económicos.
Esta obra promete transformar la geografía comercial de Sudamérica al reducir significativamente los tiempos y costos de transporte entre el Atlántico y el Pacífico. Beneficiando principalmente al Perú por su estratégica ubicación y su creciente vínculo comercial con Asia, especialmente China.
En diálogo con este medio, el economista Christan Chávez sostuvo que este proyecto podría representar un incremento inmediato del 0,59% del PBI peruano. En gran parte por el aumento de exportaciones y el dinamismo regional que traería consigo. Chávez recalcó que solo Brasil exporta más de 9.500 millones de dólares mensuales. Y conectar esa economía directamente con el Pacífico convertiría a Perú en un eje logístico de primer orden.
El megapuerto de Chancay, construido con inversión china, se perfila como una de las mayores apuestas portuarias de América Latina. Según Chávez, esta infraestructura podría superar al Canal de Panamá, tanto en eficiencia como en rentabilidad. Uno de sus principales beneficios es la reducción del tiempo de transporte marítimo entre Brasil y China: de más de 40 días a tan solo 28, mejorando la competitividad regional y atrayendo nuevas inversiones internacionales.
El corredor ferroviario se articulará en dos grandes obras brasileñas: la Ferrovia de Integración Oeste-Este y la Ferrovia de Integración Centro-Oeste, que llegarán hasta la frontera con Perú. Desde allí, cruzará la Amazonía hasta llegar a Chancay, dotando al país de un nuevo rol en el tablero geopolítico global. “Este proyecto colocaría a Perú como líder en exportaciones sudamericanas hacia Asia”, concluyó Chávez, asegurando que su impacto económico podría eclipsar el del Canal de Panamá en las próximas décadas.