Manifestantes rechazaron fuertemente a la presidenta Dina Boluarte este lunes 8 de julio en Huancayo, Junín, durante la inauguración de un colegio Bicentenario. La población criticó su incremento salarial y le recordó su responsabilidad en las muertes durante las protestas sociales entre 2022 y 2023.
Durante su visita oficial a la ciudad de Huancayo, en la región Junín, la presidenta Dina Boluarte fue rechazada por ciudadanos. Estos protestaron en los exteriores del colegio 9 de Julio, donde la mandataria inauguraba el primer colegio Bicentenario de la región. Con pancartas, megáfonos y consignas, los manifestantes cuestionaron el reciente aumento de su sueldo presidencial a más de S/35.000 mensuales. Así como su responsabilidad en las muertes ocurridas durante las protestas sociales entre diciembre de 2022 y febrero de 2023.
Las protestas se tornaron intensas cuando una ciudadana, con megáfono en mano, increpó a Boluarte por las víctimas de Puno, Ayacucho y otras regiones afectadas por la represión policial. La mujer denunció que la presidenta se beneficia con dinero del Estado para cirugías estéticas y lujos personales. «Estás bañada con sangre, Dina. No solo Puno, todo el Perú te repudia», exclamó. Esta acción refleja el alto grado de indignación social hacia el Gobierno. Alimentado por la reciente revelación de que Boluarte también recibe una tarjeta de alimentación de S/5.000 mensuales, financiada con recursos públicos.
Medios locales como Huanca York Times informaron que las autoridades cerraron el perímetro del colegio con rejas y desplegaron un importante contingente policial para custodiar la zona. Lo que generó más críticas sobre el acceso restringido a un acto que debía ser público. La medida fue percibida como un intento de la Presidencia de blindarse ante la protesta social. Mientras tanto, en los alrededores, las consignas de “¡Dina usurpadora, el pueblo te repudia!” marcaron el tono de la jornada.
A esta situación se suma el reciente reportaje que reveló que Palacio de Gobierno adjudicó un contrato de S/60 mil anuales para mantener activa la tarjeta de consumo alimentario que utiliza la mandataria. El beneficio no tiene límite diario de uso y permite comprar productos y alimentos en supermercados, restaurantes y panaderías. En un contexto de crisis económica y descontento generalizado, este tipo de privilegios ha provocado mayor indignación ciudadana. Este beneficio, sin límite de consumo diario, permite compras en supermercados, restaurantes y cafeterías.