El distrito puneño de Juli vive un tenso conflicto entre su comunidad aymara y el obispo Ciro Quispe. Este último reclama la propiedad de dos templos coloniales con respaldo de títulos firmados por Fredy Hinojosa, actual jefe del gabinete técnico y vocero de la presidenta Dina Boluarte. Los pobladores exigen la salida del prelado y piden mantener el control comunal y cultural de los inmuebles.

Los templos en disputa, Nuestra Señora de la Asunción y San Juan de Letrán, funcionan como museos desde 1989. Y están bajo administración del Ministerio de Cultura y la Municipalidad de Juli. Sin embargo, el obispo Quispe exige su entrega inmediata, amparándose en títulos de propiedad emitidos por Cofopri en 2011. Documentos que fueron firmados por Hinojosa y por el entonces alcalde Juan Aguilar Oliveira.

Según el abogado Ludwin Bustinza, los documentos en cuestión no mencionan expresamente a los templos, sino únicamente los terrenos donde se ubican. Lo que pondría en entredicho su validez legal. «Un patrimonio cultural de la nación no puede ser transferido a privados», sostuvo el jurista. Pese a ello, el obispo ha enviado cartas notariales exigiendo el fin de toda actividad turística en las iglesias.

La comunidad teme que los templos caigan en abandono si pasan a manos de la Iglesia, como ya ha ocurrido con otras infraestructuras eclesiásticas en mal estado, según denunció el alcalde Víctor Raúl Anchapuri. En respuesta, los habitantes de Juli han propuesto realizar un referéndum local para definir quién debe administrar los templos históricos.

Por su parte, el obispo Quispe insiste en que su reclamo es legítimo y que está abierto a coordinar actividades culturales, siempre que se respete la propiedad formal. «Más que el derecho, es el título de propiedad», declaró. No obstante, la comunidad mantiene su rechazo y exige que el obispo «se vaya» del distrito, mientras la controversia sigue creciendo.

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