Las obras del esperado hospital Maritza Campos, ubicado en el distrito de Cerro Colorado, permanecen paralizadas desde junio de 2023. A pesar de los esfuerzos por retomar el proyecto, un reciente informe de la Contraloría General de la República reveló un cúmulo de deficiencias en el nuevo expediente técnico de saldo de obra que está en proceso de elaboración, lo que podría comprometer la viabilidad y el costo final del establecimiento.
Actualmente, el nosocomio —concebido como un centro moderno, con amplias instalaciones y servicios— ha consumido S/ 101 886 107 de un contrato originalmente valorizado en S/ 134 147 970, pero presenta un avance físico de apenas el 58 %. Hoy se encuentra en el limbo debido a problemas iniciales con la empresa contratista y a otras fallas que no fueron subsanadas a tiempo.
Costos sin sustento
La unidad contralora, a través del informe de control N.° 4548-2025-CG/GRAR-SCC, identificó seis problemas cruciales en el expediente técnico destinado a la reactivación de la obra. Para empezar, se consigna información incompleta y falta de claridad presupuestaria, sin detalles esenciales sobre el costo de materiales, gastos generales y trabajos por especialidad. Esto pone en riesgo de sobrecosto tanto la infraestructura como el equipamiento hospitalario.
El Consorcio Maritza Proyecto, encargado de elaborar el expediente de saldo, debía realizar las indagaciones de mercado necesarias para contar con análisis de precios por partida, además de sustentar metrados por especialidad, presupuestos, insumos, cotizaciones y demás documentos exigidos en los términos de referencia del contrato (TDR).
Sin embargo, no se adjuntó en su totalidad el resumen de metrados ni el sustento de precios de estos. Además, existe una diferencia entre las cantidades establecidas en la planilla de metrados y las consideradas en el presupuesto de obra. Esta divergencia podría ocasionar una subestimación (costo menor al real) o sobredimensión (costo mayor al real) de los precios.

Incongruencias en equipamiento
Uno de los principales problemas obedece a la mala elaboración de los planos de detalle del equipamiento. Según advirtió la Contraloría, presentan omisiones y variaciones. Los diseños carecen de especificaciones clave para la instalación de equipos médicos especializados, así como de planos detallados para el mobiliario indispensable. Esta falta de previsión podría generar retrasos y costos adicionales al momento de equipar el hospital.
También se identificaron discrepancias en la cantidad de equipos médicos consignados en el primer y segundo entregable del expediente de saldo de obra. En ambos casos figuran electrocardiógrafos, monitores de funciones vitales, monitores fetales, pulsómetros, lámparas de rayos ultravioleta, aspiradores de secreciones, bombas de infusión, incubadoras de transporte y neonatales, ventiladores mecánicos y nebulizadores, pero con cantidades unitarias diferentes.
El informe señala que, en el primer entregable, se consideraron 156 aparatos médicos en total, mientras que en el segundo, solo 103. No hay certeza sobre cuántos equipos se consignarán al concluir el expediente. Esta situación podría implicar que el hospital no cuente con el equipamiento necesario para su funcionamiento.
Malas conexiones
Los errores se extienden al diseño deficiente de las redes de saneamiento. Las instalaciones de agua y desagüe fueron implementadas sin apego a la normativa vigente, lo que pone en duda su funcionalidad a largo plazo y la salubridad del entorno hospitalario una vez que el establecimiento entre en operación.
El informe advierte el incumplimiento de normas relacionadas con el diámetro de la acometida —tubería que conecta la red pública con la instalación interna—, la red de agua caliente, el sistema de riego y el sistema de desagüe. Por ejemplo, en el primer caso, debía utilizarse una tubería de 3”, pero la consultora optó por una de 2 ½”. El incumplimiento de las especificaciones técnicas se repite en las demás redes.
Sin permisos
La ubicación estratégica del hospital Maritza Campos, cercana al Aeropuerto Internacional Alfredo Rodríguez Ballón, evidenció otra grave omisión: la ausencia de permisos aeronáuticos. Para este proyecto sanitario es necesaria una autorización del Ministerio de Transportes y Comunicaciones (MTC), que hasta el momento no ha sido tramitada. A futuro, esta negligencia podría significar costosas modificaciones estructurales si la edificación interfiere con las operaciones aéreas.
“La ejecución de obras dentro de áreas sujetas a limitaciones aeronáuticas requiere autorización previa de la Dirección General de Aeronáutica Civil (DGAC), no pudiendo otorgarse licencia de construcción ni permitirse obras sin dicha autorización por parte de los gobiernos regionales, locales u otras autoridades”, establece la Ley N.° 27261, Ley de Aeronáutica Civil del Perú, citada en el informe de la Contraloría.
El hospital Maritza Campos está ubicado a una distancia aproximada de 1612 metros de la pista de aterrizaje del aeropuerto arequipeño. Por su ubicación, se encuentra dentro del área de influencia del límite superficial horizontal, por lo que debía tramitarse el permiso correspondiente, pero ello no ocurrió. Recordemos que al haberse ejecutado más del 50 % de las obras ese permiso debió tramitarse antes y ahora tampoco ha sido considerado en el expediente de saldo de obra.

Cúmulo de fallas
Asimismo, se descubrió que la obra se está ejecutando con un Estudio de Impacto Ambiental (EIA) desactualizado. Esta situación no solo expone al proyecto a posibles sanciones y multas por incumplimiento de la normativa ambiental, sino que también revela la ausencia de medidas adecuadas para mitigar el impacto ecológico de la construcción.
Finalmente, una gran cantidad de modificaciones propuestas al proyecto no cuenta con aprobación ministerial. Cambios como la reubicación de salas o la adición de nuevas secciones no fueron validados por el Ministerio de Salud (Minsa). Esta falta de respaldo oficial podría convertirse en un obstáculo insalvable para la habilitación y posterior operación del hospital. La acumulación de estas irregularidades evidencia una gestión deficiente del proyecto.
La culminación del hospital Maritza Campos es crucial para la atención de miles de ciudadanos en Arequipa. Sin embargo, la persistencia de errores técnicos, la falta de permisos y las deficiencias en la planificación amenazan con prolongar esta promesa incumplida del gobernador Rohel Sánchez. El informe de la Contraloría, elaborado entre abril y junio de 2025, demuestra que los proyectos no se están ejecutando con los estándares de calidad exigidos por su envergadura.