Por Huber Valdivia Pinto. Asesor y Consultor

La reciente decisión del Gobierno de Japón de apoyar la puesta a punto de Majes I es una buena noticia. Sin embargo, no hay novedades concretas para Majes Siguas II, un proyecto que arrastra errores desde 2010, cuando se firmó el contrato de concesión. A esto se suman decisiones controvertidas como la firma de la Adenda 13 y la posterior transferencia del proyecto al Gobierno Central (MIDAGRI). La historia ya comienza a juzgar estos actos como graves atropellos a los intereses de Arequipa.

Pese a todo, el proyecto sigue su marcha. Y aunque algunos consideran que hacer críticas es oponerse, en realidad se trata de plantear observaciones para que el proceso avance de forma transparente y efectiva.

Japón: ¿qué compromisos asume exactamente?

Saludamos el gesto del Gobierno japonés, pero aún hay muchas preguntas sin respuesta. Es indispensable que la ciudadanía conozca los compromisos reales de Japón. ¿Brindará asistencia técnica, elaborará estudios, ejecutará obras, financiará el proyecto? No basta con un anuncio. El Gobierno Regional de Arequipa publicó un boletín en el que se afirma que Japón será responsable de financiar la puesta a punto de Majes I. Pero ¿es cierto? Esa misma información fue replicada por la Agencia Andina (ver enlace).

Además, se menciona que Japón también ejecutará las fases I y III del proyecto. Pero ¿qué implica eso en términos concretos?

Problemas pendientes en Majes I

La represa de Condoroma, construida para regar 23,000 hectáreas, solo alcanzó a cubrir 15,000. El resto fue ocupado de manera no prevista por:

  • Colonos que invadieron tierras colindantes.
  • Regantes de Santa Rita, que ampliaron su área.
  • Agricultores del valle de Siguas, que mejoraron su dotación de agua.
  • Agricultores del valle del Colca, a través de 24 válvulas habilitadas.
  • El predio privado Pampa Baja, que opera con inversión propia.

Hoy ya no quedan 8,000 hectáreas disponibles como se creía. Para ampliar el riego en Majes I, AUTODEMA y la ANA proponen reducir el actual módulo hídrico de 0.7 a 0.56 litros por segundo por hectárea, lo que generaría conflictos sociales.

Majes III: un anuncio inviable por ahora

Se ha planteado la posibilidad de desarrollar Majes III, con otras 23,000 hectáreas. Pero la oferta de agua disponible (1,140 millones de m³ del río Apurímac) apenas permite irrigar 38,500 hectáreas. Para expandir esta capacidad, se tendría que construir nuevas represas como Sibayo (en la cuenca del Colca) o embalses en la parte alta del Apurímac (Sañu, Cayomani o Palca), lo que abriría un nuevo conflicto social, especialmente con la población de Espinar.

Y aun si se lograra captar más agua, surge otra pregunta: ¿por dónde se conduciría? La infraestructura construida hace 40 años por MACON solo permite transportar 34 m³/s, cantidad ya comprometida entre Majes I y II. Aumentar esta capacidad costaría más de 5,000 millones de dólares. Además, ¿de dónde saldrían las tierras para desarrollar nuevas hectáreas?

Represa intermedia: ¿la mejor solución?

La “puesta a punto” incluiría una represa intermedia en la cuenca del río Siguas. Se proyecta que almacene 30 millones de m³, con una altura de 150 metros. Sin embargo, Majes I recibe un millón de m³ de agua al día y el río Siguas solo tiene caudal durante dos meses al año. ¿Vale la pena invertir en una represa de poca utilidad y alto costo solo para cubrir interrupciones temporales del servicio? Este análisis corresponde a los técnicos del Gobierno japonés.

Asistencia técnica, pero ¿de qué tipo?

El anuncio señala que Japón brindará asistencia técnica. Pero no está claro su alcance. Si se generan expectativas exageradas, podrían desencadenarse reacciones negativas cuando la realidad no coincida con el discurso oficial.

¿Una nueva subasta de tierras? Peligroso optimismo

Se ha anunciado que en 2026 se realizará una nueva subasta de tierras en Majes. Pero si Majes II sigue sin avanzar ni un centímetro, ¿Quién va a invertir en un proyecto paralizado? Hablar de subastas en estas condiciones es vender humo.

Además, falta definir si PROINVERSIÓN seguirá como responsable, si se mantendrá el tamaño de los lotes (200 hectáreas) y cómo se financiará el desarrollo. El Gobierno Regional debe analizar todo esto con seriedad. Aunque haya compromisos con el MIDAGRI, Majes sigue siendo un proyecto de los arequipeños.

Por último, hay que tener en cuenta que desarrollar 200 hectáreas cuesta más de 12 millones de dólares. Es decir, más de 64 mil dólares por hectárea. ¿Quién asumirá ese gasto en las actuales condiciones?

Deja una respuesta