Deysi Pari . Encuentro.pe
La pobreza aumentó, de manera significativa, en el área urbana del Perú entre los años 2019 y 2024. Esto quiere decir que más personas que viven en las ciudades no pueden cubrir una canasta básica de consumo (de alimentos y otros servicios básicos como salud, educación y transporte), cuyo valor es de 454 soles al mes por persona.
Según el Instituto Nacional de Estadística e Informática (INEI), si comparamos 2019 (el año previo a la pandemia) con 2024, la pobreza monetaria aumentó en 10.2 % en la zona urbana.
¿Cómo evolucionó la pobreza en las regiones del sur?
Puno se encuentra en el grupo de departamentos con la mayor incidencia de pobreza monetaria a nivel nacional. De acuerdo con el INEI, cuatro de cada diez residentes (39.9 %) de la región lacustre están en condición de pobreza, cifras que la convierten en la tercera más pobre del Perú, por detrás de Loreto y Cajamarca. En 2019, antes de la pandemia del coronavirus, la cifra de pobreza en Puno era de 34.7 %.
Cusco, en cambio, tiene menor incidencia de pobreza. El porcentaje es de 18.5 % en 2024, pero en 2019 era mayor y ascendía a 23 %.
Tacna, en 2024, registró un 24 % de pobreza, una cifra muy superior al 13.3 % que tenía en 2019. Esto quiere decir que en la región fronteriza hubo un incremento significativo de la pobreza monetaria.
Una situación diferente se observa en Moquegua, el segundo departamento menos pobre del país hacia el año 2024. El indicador de pobreza llegó a 11 % y aunque es bajo, en 2019 lo era aún más; ya que este nivel de vulnerabilidad económica afectaba al 9.2 % de moqueguanos.
En opinión de la economista, Lieslie Gallegos, docente de la Universidad Católica San Pablo (UCSP), el impacto directo e indirecto de la gran minería en Moquegua, influye en la menor incidencia de pobreza de esta región.
En Arequipa, la cifra se incrementó más del doble. En 2024, el índice de pobreza fue de 15.8 %, mientras que en 2019 era de solo 6 %.
Todas estas cifras permiten concluir que, en los últimos cinco años (de 2019 a 2024), la pobreza aumentó en cuatro de las cinco regiones del sur analizadas (Puno, Tacna, Moquegua y Arequipa) y se redujo en Cusco.
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¿Qué pasa en Puno?
De acuerdo a las cifras del INEI, en 2019 la cifra de pobreza era de 34.7 % y al año siguiente (2020) se disparó a 42.5 %. En 2023, este indicador bajó a 41.6 % y al cierre de 2024 llegó a 39.9 %.
La docente del Departamento de Ciencias Económicas y Empresariales de la Universidad Católica San Pablo (UCSP), Lieslie Gallegos Arias, explica que la situación en la región altiplánica tiene algunos factores agravantes, pues hay una fuerte incidencia de pobreza extrema. Es decir, hay muchos pobladores que ni siquiera pueden cubrir una canasta básica de alimentos, cuyo valor es de 256 soles por persona al mes.
Según el Instituto Peruano de Economía (IPE), con base en el INEI, en 2024 la pobreza extrema en Puno fue de 12.5 %.
De acuerdo a un análisis de la Mesa de Concertación para la Lucha Contra la Pobreza de Puno (MCLCPP), la economía regional experimentó una caída de más del 7 % en 2023, con retrocesos en sectores claves como construcción (-17.3 %) y agropecuario (-0.03 %), que son importantes generadores de empleo.
Además, los conflictos sociales, la crisis política y la caída de la inversión privada contribuyeron en el deterioro de las condiciones económicas y sociales.
“La caída económica, la crisis social y la desigualdad territorial profundizan esta situación, afectando especialmente a la población rural y a los grupos más vulnerables como los niños”, señala el análisis de la coordinadora de la MCLCPP de Puno, Hiliana Uribe Mendoza.
El organismo señala que también contribuye a este alto índice de pobreza, la baja productividad de actividades como la agricultura y la ganadería, que usan tecnologías tradicionales. En consecuencia, no generan ingresos suficientes.
A esto hay que agregarle los bajos niveles en la calidad de los servicios de educación y salud, así como la alta tasa de mortalidad infantil y el bajo rendimiento escolar. Todo esto se traduce en desigualdad y exclusión social, factores que limitan el acceso a oportunidades de empleo formal y servicios de calidad.

Migración hacia Arequipa incide en el aumento de la pobreza
Por otro lado, Lieslie Gallegos Arias, recordó que Arequipa es la región donde la pobreza creció más que en todo el país durante el año 2024. El aumento fue de 1.9 %, pasando de 13.9 % en 2023 a 15.8 % en 2024.
Este panorama tiene relación con la paralización de diferentes actividades vinculadas al sector industrial y comercial, producto de la pandemia, que impactó en el crecimiento de la informalidad. “Quienes antes tenían un trabajo lo perdieron, se sumergieron en la economía informal y se quedaron en ella”, sostuvo.
No olvidemos tampoco que, al ser Arequipa “un polo receptor de migrantes” de las zonas rurales de otras regiones del sur –que llegan buscando mejores oportunidades para elevar su calidad de vida– también se ve afectada por la vulnerabilidad de estas personas que se instalan en los conos de la ciudad, donde la oferta de los servicios básicos (agua, desagüe, electrificación, etc.) y el acceso al empleo son muy limitados.
En el sur, la pobreza es estructural
Gallegos concluye que la pobreza en las regiones del sur es estructural, motivada por el escaso acceso a los servicios básicos y la falta de políticas para mejorar la empleabilidad y la productividad. Por lo que, mientras esta situación no se atienda, la pobreza seguirá persistiendo. “Para disminuir la pobreza [el gobierno] se debe enfocar en atender esas necesidades”, remarcó.
Cifras de pobreza en las regiones del sur, según el INEI entre 2023 y 2024.
