¿Sabías que puedes recorrer Arequipa no solo con tus pies, sino también a través de las páginas de un libro? Diego Gerardo Campana Quispe, con cada instantánea, ha tejido una crónica visual que trasciende el papel y las fronteras, buscando que la historia, la belleza y la vibrante vida de la Ciudad Blanca resuenen en cada rincón del planeta. Su obra de arte visual es una invitación a conocer los destinos turísticos al pie del Misti, sus cielos añiles y la calidez de su gente.
Durante dos años, Diego se entregó a una peregrinación personal por las calles empedradas, los callejones con aroma a historia y las plazas donde el tiempo parece detenerse. Su compañera inseparable, una cámara Canon Rebel T7, fue la extensión de sus ojos, la cómplice silenciosa que capturó la esencia de una ciudad que respira tradición y orgullo. Cada clic del obturador era un instante robado al olvido para inmortalizarlo en su fotolibro: “Arequipa, símbolo de orgullo”.

“Esto fue concebido como un trabajo universitario. Yo hago la recopilación de estos diferentes elementos y patrimonios de la ciudad de Arequipa, como nuestro pasaporte arequipeño, el Characato de Oro, nuestro representativo León del Sur, el escudo de Arequipa con tantos simbolismos, el diccionario Lonco, los paisajes, etcétera”, cuenta Diego tras presentar su fotolibro en el teatro Ateneo, en el Cercado de Arequipa.
Un fotolibro que alberga historia

El resultado de esta odisea visual se refleja en 90 fotografías que son ventanas a un universo arequipeño. El chico gabardina, como lo llaman cariñosamente sus amigos, no solo busca documentar; sino que su objetivo es redescubrir Arequipa desde una perspectiva emocional y visual. Haciendo que cada imagen vibrara con el pulso de la ciudad más pujante del sur del Perú.
Las casonas coloniales con sus patios llenos de sol, los templos históricos que guardan siglos de fe, las plazas llenas de vida donde el murmullo de la gente es la banda sonora del día a día, y las escenas cotidianas que muestran el empeño de cada arequipeño, conforman un testimonio gráfico de una identidad local inquebrantable.
“No solamente incluye fotografías que sean de un aspecto más turístico, sino que incluye fotos que tengan este sentimiento, ese vínculo mucho más profundo con Arequipa. El que pueda generar ese profundo cariño a cada arequipeño que pueda verlo. Cada fotografía tiene un espacio para poder hablar consigo mismo”, prosigue mientras hojea cada página.
También te puede interesar: “Coquito” llega a la pantalla grande
Este fotolibro, concebido como un valioso material de promoción turística, se cimenta en la autenticidad y la memoria. No solo es una postal, sino un abrazo cálido que invita al forastero a sumergirse en la rica cuna cultural de Arequipa. Es un canto a la arequipeñidad, una invitación a sentir la brisa del Misti en el rostro y a perderse en la blancura de sus muros labrados con sillar.
La creación de esta obra maestra no fue un camino exento de sacrificios. Diego tuvo que hacer una pausa en su vida académica en la Universidad Peruana de Ciencias Aplicadas, para emprender este viaje introspectivo y creativo. Dejó atrás los libros de estudio para sumergirse en el gran libro sobre su ciudad natal. Con la convicción de que la mejor educación reside en la experiencia y la pasión.
Un embajador visual

Su mayor anhelo, como todo arequipeño con identidad inquebrantable, es que la gente del extranjero, al hojear su libro, visite Arequipa a través de sus páginas y se enamore de su cultura. Que el papel se convierta en pasaporte y la tinta en guía, desatando en el lector el deseo irrefrenable de pisar las tierras que ha inmortalizado.
“Siento que mi objetivo general es ser un comunicador de hincapié. Que cada persona pueda generar un vínculo mucho más profundo con Arequipa. No solamente los mismos arequipeños; sino gente del exterior, de Lima, del extranjero, que pueda ver este trabajo. Yo creo que ese es mi trabajo: poder ejemplificar, poder hablar y mis fotografías comuniquen historia, un patrimonio mucho más perdido”, añade el comunicador.
La calidad de su trabajo ya ha trascendido fronteras. El fotolibro fue presentado en el Festival del Libro de Córdoba, Argentina, donde cosechó elogios que resonaron como aplausos a la milenaria cultura de Arequipa. Las imágenes de Diego hablaron de la ciudad y cantaron la historia de un pueblo orgulloso de sus raíces.

“Algo curioso es que este trabajo lo he llegado a exponer en el CEP, el Festival de Publicaciones de Córdoba. Fue bastante halagado por el diseño y por la calidad de las fotografías. Y fue mi hincapié para que mucha gente pueda interesarse por la cultura de Arequipa, por aquellos patrimonios que son bastante importantes”, concluye.
Sin embargo, el horizonte del fotógrafo entusiasta es mucho más vasto. Su anhelo más profundo es que «Arequipa, símbolo de orgullo» se convierta en un embajador universal. Llevando el esplendor de su ciudad natal ante los ojos del mundo. Que cada imagen sea una semilla de interés, germinando en miles de corazones el deseo de conocer Arequipa. La Ciudad Blanca que hoy se viste de gala gracias a la mirada apasionada de un arequipeño apasionado, Diego Campana Quispe.