En su segundo día como gerente regional de la Producción, José Luis Morales Charca enfrenta un escenario complejo: conflictos en el sector pesquero, superposición de autorizaciones para varaderos y disputas limítrofes sin resolver. “Lo más urgente que me ha dejado el ingeniero Vela es la preocupación del sector pesca”, declaró Morales a la prensa local.
El funcionario anunció que visitará personalmente zonas clave de la costa arequipeña —Caravelí, Atico, Lomas, Islay y Camaná— para dialogar in situ con los pescadores y evaluar los problemas que enfrentan. “Vamos a hacer carta del gobierno regional a una solución que piense en su bienestar”, señaló.
Una de las principales preocupaciones es el conflicto limítrofe con Ica, especialmente en la zona de Marcona. Morales indicó que hay tramos de la frontera costera sin demarcar, lo que impide otorgar con claridad permisos de extracción y ha generado fricciones con autoridades de esa región. “Hemos cursado documentos al gobierno nacional para que se establezca una delimitación definitiva”, indicó.
A nivel local, la situación no es menos tensa. Existen al menos cuatro asociaciones que comparten hasta tres varaderos, según los primeros informes que ha recibido el nuevo gerente. “Se han entregado resoluciones superpuestas señalando los mismos varaderos. Esto genera controversia y malestar entre los mismos asociados”, advirtió. Aunque evitó dar una cifra exacta, Morales reconoció que el problema es producto de decisiones anteriores. “Vamos a tomar acciones para ordenar eso y, si es necesario, dejar sin efecto esas resoluciones”.
Actualmente, hay registradas alrededor de 240 asociaciones pesqueras en la región. La gerencia reconoce no solo a pescadores de peces, sino también de camarones, algas y microalgas. Morales se comprometió a revisar los antecedentes de cada autorización y restablecer el orden tradicional. “Hay que ver cómo ha sido tradicionalmente esto y volver las cosas a su lugar”, concluyó.