La concreción de la carretera Arequipa – La Joya está cada vez más lejos. Y más aún cuando existen componentes que tienen retrasos y sobrecostos. Es el caso de la vía La Nueva Molina, que forma parte del megaproyecto vial del Gobierno Regional de Arequipa, cuya ejecución por administración directa avanza a paso lento. 

Según el informe de Hito de Control N° 4034-2025-CG/GRAR-SCC, emitido por la Contraloría de la República, el proyecto inicialmente evaluado en 30 millones 329 mil 528 soles tenía que concluirse en 210 días calendario, tras su inicio el 7 de febrero del año 2024. Es decir, su culminación estaba prevista para el 3 de septiembre del mismo año. 

Sin embargo, el 23 de octubre del 2024, la Gerencia Regional de Infraestructura (GRI), mediante resolución N° 407-2024/GRA/GRI, otorgó 119 días adicionales para finiquitar los trabajos. Con el nuevo adicional de plazo, los trabajos tenían que finalizar el 31 de diciembre del 2024. 

Aún con este nuevo plazo, el proyecto no logró concretarse, por lo que se solicitó otro adicional de 181 días calendario. Ahora se estima el término para el 31 de junio del 2025. Evidentemente, la obra también tuvo una modificación financiera de 2 millones 066 mil 745 soles. Es decir, actualmente está valorizada en 32 millones 396 mil 327 soles. 

Como van las cosas el fin de este componente volverá a extenderse. Resulta que, al mes de marzo, tenía un avance físico del 43.60% y un avance financiero del 68.16%. A esto se suma que el subcontratista del servicio de asfalto aún no ha iniciado las labores. Esto debido a que su contrato exige contar con el 100% del área libre para su ejecución y esas labores no han concluido. 

Pero no es lo único malo que se evidencia durante la ejecución de este proyecto, pues también se detectaron inadecuadas condiciones y almacenamiento de bienes adquiridos para la obra. Tales como cilindros de asfalto líquido, que están dañados con oxidación por la exposición al sol y la humedad. Otros se encuentran hinchados e incluso habrían explotado debido a la exposición física en el terreno eriazo que se encontraban. 

También se evidenció que el almacén donde se custodia el yeso carece de una infraestructura adecuada. Este se ubica en un taller de soldadura, apilados en sacos de rafia de 25 kg en contacto directo con el suelo y apoyado sobre algunos cortes de fierro. Con todo lo expuesto, el almacén del proyecto es una calamidad y su culminación es incierta.

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