¿Cómo puede alguien vigilar que se haga un buen trabajo si su propio bolsillo está en juego? Esto es lo que ocurre en la Municipalidad Distrital de Mariano Melgar, que encabeza el alcalde Óscar Ayala Arenas. Sucede que un ingeniero supervisor, pieza clave para asegurar el correcto uso de los recursos municipales, también tiene injerencia en el consorcio ejecutor del proyecto “Mejoramiento y ampliación del servicio de Seguridad Ciudadana”.

El hilo de todo
Un informe de Exitosa Noticias reveló que Jaime Enrique Puccio Loayza tiene nexos directos con la empresa MJ Total Servicios EIRL, que ejecuta uno de los componentes de la obra. El mencionado profesional fue contratado por 156 mil 587 soles, el 15 de noviembre del 2023, para supervisar el proyecto.
Todo comenzó el 15 de diciembre de 2023, cuando la Municipalidad de Mariano Melgar firmó un contrato con la empresa Fiberlux SAC para el financiamiento y ejecución del mejoramiento y ampliación del servicio de seguridad ciudadana, bajo la modalidad de obra por impuestos. Sin embargo, el privado, al no tener la condición de constructora para realizar este tipo de trabajos, subcontrató la ejecución del proyecto a Edificaciones Inteligentes AC el 18 de julio de 2024.

Lo que llama poderosamente la atención es la aparente falta de experiencia de Edificaciones Inteligentes SAC en construcción de infraestructuras. Según el portal de Contrataciones del Estado, solo consigna experiencia en instalaciones de componentes tecnológicos. Esta situación llevó a la empresa a subcontratar uno de los cinco componentes del proyecto, específicamente la infraestructura para el monitoreo, prevención y vigilancia, con la empresa arequipeña MJ Total Servicios EIRL por un monto de 1 millón 603 mil 615 soles, formalizado el 31 de julio de 2024.
Juez y parte
Es en este punto donde la figura del supervisor Jaime Enrique Puccio Loaiza se vuelve central y altamente cuestionable. La investigación de Exitosa revela que el ingeniero es parte de la subcontratista. Las evidencias encontradas en comunicaciones de WhatsApp son contundentes. En un grupo denominado «Obra civil», creado el 2 de julio, se coordinan aspectos cruciales de la construcción del primer componente. En este se encuentran: Jaime Puccio Loaiza, Charles Hurtado Cruz y Marco Antonio Chávez; este último en calidad de gerente del privado.
Las conversaciones, que datan incluso desde junio de 2024, revelan acuerdos para la ejecución de las obras civiles, cuyo costo supera el millón de soles, con la participación activa del supervisor. «Revísenlo, son los datos para el contrato», escribe Puccio a través de su número personal. Esta interacción sugiere claramente que el supervisor estaba involucrado en la elaboración de un contrato interno para la ejecución de la obra por parte de MJ Total Servicios EIRL.



La gravedad de la situación se agudiza con la declaración del gerente de MJ Total Servicios EIRL, Marco Antonio Chávez Málaga, quien afirmó que el supervisor Jaime Puccio le prometió que, en caso de problemas de pago por parte de Edificaciones Inteligentes, él, como supervisor, «frenaría la ejecución del proyecto» para ayudarlo a cobrar por las prestaciones brindadas.
Nada transparente

“El señor Jaime Puccio, que es el supervisor encargado por parte de la municipalidad que supervisa esta obra de S/ 11 millones, es el que supervisa toda la obra en general. Yo llegué hacia él por un amigo y vecino. Es el supervisor y a la vez se puso como socio de la obra conmigo. Me decía: Marcos, no te preocupes, si la empresa (Edificaciones inteligentes SAC) no te quiere pagar, yo como sepervisor lo freno”, reveló Chávez Málaga.
La relación entre ambos se quebró cuando el servidor público ya no quiso interferir con los pagos de la subcontratista. “No me quiere pagar y el señor ya se ha hecho el chueco, ya no quiere apoyarme, pero sí se puso como socio junto conmigo y a la vez también era supervisor de la obra”, añadió Marco Antonio Chávez.

Los hallazgos plantean serias interrogantes sobre la transparencia y la imparcialidad en la supervisión de una obra que ha experimentado significativos retrasos y un alarmante incremento en su presupuesto inicial, pasando de 7 millones 344 mil 498.50 soles a 11 millones 062 mil 566 soles. Además, lleva a cuestionar cómo es que empresas privadas de hacen de proyectos bajo la modalidad de obras por impuestos. ¿Quién fiscaliza?

Consultado por estas irregularidades y evidentes conflictos, el alcalde Óscar Ayala desconoció la relación entre el subcontratista y el supervisor. No obstante, anunció el inicio de las investigaciones administrativas. “Vamos a empezar las averiguaciones respectivas. Sería ilógico que el supervisor tenga que ver con el subcontratista. Voy a pedir un informe inmediato. Él (Jaime Puccio) ha llegado a través de un proceso de licitación, hemos conversado algunas veces por temas sobre la obra”, declaró.