José «Pepe» Mujica, expresidente de Uruguay, murió a los 89 años tras luchar contra un tumor en el esófago. Fue una figura influyente en América Latina, admirada por su austeridad y compromiso con la paz. En Colombia, su voz fue crucial en momentos clave de los procesos de negociación con las guerrillas. Su experiencia como exguerrillero le permitió acompañar con empatía, reflexión y firmeza los esfuerzos de reconciliación.
La muerte de Pepe Mujica marca el final de una era. Su vida estuvo atravesada por la lucha, el encierro y, sobre todo, por la convicción de que la paz es posible. Exguerrillero tupamaro y prisionero durante trece años, supo transformar su experiencia en una fuente de sabiduría política. Durante su presidencia (2010–2015) y después de ella, fue una voz respetada en toda América Latina por su capacidad de tender puentes.
En Colombia, Mujica se convirtió en un referente de los procesos de paz. En 2016 asistió a la firma del acuerdo entre el Estado y las FARC-EP. “El perdón no es olvidar, es superar”, dijo entonces, convencido de que la memoria y la reconciliación podían coexistir. Participó en múltiples diálogos, incluso durante el gobierno de Gustavo Petro, donde integró el grupo de acompañamiento internacional en las negociaciones con el ELN.
A lo largo de los años, insistió en que la paz no era una rendición, sino una forma de convivencia. “Sin justicia social, la paz es solo un paréntesis”, advirtió en 2023, apuntando a las causas estructurales del conflicto. Llamó a la ciudadanía a asumir la paz como un compromiso colectivo, más allá de los gobiernos de turno. Su mirada ética, paciente y radicalmente humana dejó huella.
Hasta sus últimos días, Mujica mantuvo la esperanza. En marzo de 2025, envió un emotivo mensaje al pueblo colombiano: “Mis viejos huesos ya no dan para más… pero es hermoso poner la vida al servicio de una causa”. Con su partida se apaga una voz clave, pero sus palabras quedan como legado. Un recordatorio de que el camino hacia la paz se construye paso a paso, incluso desde la fragilidad.