En medio de una creciente crisis política, la presidenta Dina Boluarte juramentó este martes a tres nuevos ministros de Estado. Se trata de Raúl Pérez Reyes en Economía, Carlos Malaver en Interior y César Sandoval en Transportes. El sorpresivo cambio llega a solo un día de que el Congreso debata una posible moción de censura contra el primer ministro Gustavo Adrianzén. Mientras tanto, gremios empresariales alertan sobre la inestabilidad económica, y el país se prepara para una jornada de protestas.
Dina Boluarte reconfiguró su gabinete en una jugada política que busca frenar la presión del Congreso y calmar las aguas antes del posible debate de censura al premier Gustavo Adrianzén. La ceremonia de juramentación se realizó de forma inesperada y sin previo aviso oficial. Poco antes, circulaban rumores sobre la renuncia del primer ministro, lo que fue desmentido por la Presidencia del Consejo de Ministros (PCM) a través de un breve comunicado.
Raúl Pérez Reyes asumió el Ministerio de Economía y Finanzas en reemplazo de José Salardi, quien estuvo menos de tres meses en el cargo. La salida de Salardi ocurre justo cuando se discute el polémico aumento del sueldo presidencial, tema que ahora queda en manos del nuevo ministro. Pérez Reyes es economista, doctor en Economía y ya ha liderado el Ministerio de la Producción en dos ocasiones, además de haber ocupado altos cargos en Osinergmin y Osiptel.
El Ministerio del Interior también cambió de mando. Carlos Malaver reemplaza a Díaz Zulueta. Se trata de un general retirado de la Policía Nacional con amplia experiencia en seguridad, crimen organizado y trata de personas. Su principal desafío será contener la violencia en las regiones y atender el paro nacional convocado para este miércoles 14 de mayo. En el pasado se cuestionó a Malaver por distribuir ivermectina durante la pandemia como presunto tratamiento preventivo contra la COVID-19.
En Transportes y Comunicaciones, el nuevo titular es César Sandoval. Este reajuste marca un intento del Ejecutivo por oxigenar un gabinete cada vez más debilitado por denuncias, renuncias y presiones parlamentarias. Sin embargo, los cambios no convencen a todos. Diversos gremios como Confiep y AFIN han manifestado su preocupación por la salida de Salardi. Señalando que la constante rotación en el MEF frena la inversión, daña la estabilidad y retrasa proyectos clave para el crecimiento económico del país.