Lic. Yenny Quispe Jiménez – Braavo Marketing y Comunicación

“Que cosas suceden, con el apagón”, suena en mi mente el estribillo de una canción de los años noventa. Y es que hace unos días el 28 de abril a las 12:33 hora de España, se apagó la luz. La energía eléctrica “desapareció” afectando al 60 % de la demanda de todo el país, según Red Eléctrica, que es la empresa responsable de la red eléctrica española. 

Los portales de noticias del mundo indican que fueron entre 1 y 24 horas que duró dependiendo de las zonas, afectando España, Portugal y parte de Francia. Se ha indicado varias causas probables, que, hasta el momento, no dan como definitivas. Y que van desde un ciberataque, pasando por falla en el sistema y un fenómeno atmosférico. 

Lo cierto es que se hizo tendencia en redes sociales. Las reacciones de los ciudadanos europeos versus ciudadanos latinoamericanos, que muchas veces están acostumbrados a cortes de energía. Lo real es que, sin energía eléctrica los servicios de trenes, semáforos, negocios y las conexiones a internet se paralizaron en gran parte del país.

Entonces creo que es un buen momento, para repensar las actividades personales, sociales y laborales sin un ingrediente, la conexión a la red. El marketing ha existido (desde 1560) y existirá siempre. Hace décadas se vendían productos sin la red. Los medios para alcanzar importantes ventas, se centraban en el uso de la radio, televisión y los medios escritos. En resumen, un enfoque más masivo y menos interactivo, con un alto costo y una medición limitada de resultados.

A la par, la publicidad como anuncios en pancartas, avisos y parlantes, también obtenía resultados. Medios que se usan hasta ahora, en pleno siglo XXI. La pregunta que surge instantáneamente es: ¿Estamos preparados para crear alternativas fuera de internet, sin esosresultados abrumantes obtenidos con el marketing digital, con métricas claras que nos indican por donde ir y optimizar nuestra campañas?.

Los cambios y las crisis deben transformarse en retos. Si una marca quiere tener resultados diferentes, ¿porque no intentar con estrategias offline como Street Marketing, que son actividades creativas en espacios urbanos de alto tránsito? También patrocinio de eventos, entre otros, que nos den un nuevo aire de acercamiento “face to face”. Es posible que se evolucione hacía allá, considerando que siempre existirá el riesgo, que una crisis toque la puerta. ¿Estaremos preparados?