Nilo Cruz Cuentas es de los que piensa que la lectura le da al hombre conocimientos y sabiduría. Él es un periodista de fina pluma y exgerente de Educación y Cultura de la Municipalidad Provincial de Arequipa. Su mirada de altruismo evidenció la falta de acceso a los libros para la juventud que reside lejos del bullicio urbano. Una carencia que siembra la incultura y perpetúa la desigualdad. Ahora, al frente de la ONG «Arequipa Te Queremos», está dispuesto a construir puentes de papel y tinta hacia comunidades sedientas de saber.
Con su proyecto “Bibliotecas solidarias”, la meta para este año es llevar libros a cuatro puntos estratégicos donde la lectura es un lujo esquivo. El Tambo Lago del Colca, en el distrito altoandino de Chichas; Santa Isabel de Siguas, Ocoña y Camaná. Todos ellos serán los primeros beneficiarios de esta cruzada solidaria.

“Buscamos apoyar la apertura y el funcionamiento de pequeñas bibliotecas fuera de Arequipa. La idea es que la población mas alejada tenga acceso a la lectura. Nuestra ayuda es modesta. El que comparte cultura, siembra conocimiento y una forma distinta de ver el mundo”, comenta Nilo Cruz mientras reflexiona sobre la importancia de la lectura en la sociedad.
Las ONGs «Mínimo Común Múltiplo» y «Yachay Wasi» también se sumaron a la causa para multiplicar el impacto cultural. Juntos, tejen una red de solidaridad que abraza a la región, demostrando que la unión de voluntades puede derribar las barreras que impiden el acceso al conocimiento de los más jóvenes.
Embajadores de la cultura

Las empresas privadas, conscientes de su rol como agentes de cambio, también abrieron sus puertas a esta iniciativa. El reconocido restaurante «13 Monjas», ubicado en la calle Santa Catalina (Cercado), un bastión de la gastronomía local, se convirtió en un punto de acopio para recolectar los libros donados.
Bajo la ingeniosa campaña «Dona un libro, toma un café», 13 Monjas transforma cada sorbo en una oportunidad para nutrir las mentes jóvenes. Sus mesas, habitualmente repletas de comensales, ahora comparten espacio con pilas de libros, demostrando un compromiso genuino con la educación y la cultura que trasciende los sabores de su cocina. Y así lo entendió el gerente comercial de la marca, Alfonso Núñez.

Otros puntos estratégicos de la ciudad también se erigen como faros de recolección. El centro de investigación pedagógica “Yachay Wasi”, ubicado en la calle Jorge Polar de la urbanización La Negrita, se convierte en un crisol de ideas y saberes, donde los libros donados se suman al caudal de conocimiento que allí se gesta. Asimismo, el restaurante La Lupita, en Cerro Colorado, abre sus puertas a la generosidad de los arequipeños.
“Todos los actores nos permiten seguir adelante con este proyecto que puede cambiar mentes. Los privados también contribuyen con este cambio porque son conscientes de su importancia. No hay ningún financiamiento de instituciones estatales, nosotros mismos reavivamos nuestros ideales”, añade.
Escritoras y donantes

El Centro de Escritoras de Arequipa, guardianas de las palabras y tejedoras de historias, también se sumaron a esta iniciativa, donando ejemplares que han nacido de su propia inspiración. Sus contribuciones son semillas de creatividad que encontrarán tierra fértil en las mentes ávidas de los jóvenes beneficiarios.
“La razón de ser de los escritores son sus lectores. Por eso, las escritoras arequipeñas llegaron a donar sus libros. Su mayor satisfacción es que sus prosas pueden ser un arma para cambiar la sociedad actual. El que lee mucho, sabe mucho”, concluye Nilo Cruz. Si usted desea ser parte de este proyecto, puede acercarse a cualquiera de los puntos de acopio antes descrito.
Bibliotecas Solidarias no es solo una campaña de recolección de libros; es un acto de fe en el poder transformador de la lectura. Es la convicción de que cada libro donado es una ventana que se abre a un universo de posibilidades, un puente que conecta generaciones y un arma poderosa contra la ignorancia. En Arequipa, la solidaridad se viste de letras y se abraza al noble ideal de sembrar conocimiento en cada rincón olvidado, iluminando así el futuro con la luz brillante de la educación.