Isaac Martínez Gonzales. Especialista en infraestructura hidráulica


El agua, como recurso fundamental de vida, cada vez es más escaso por diferentes fenómenos naturales. Pero también por acción incontrolada del hombre que contamina los ríos, lagos y lagunas entregándoles directamente elementos y sustancias nocivas provenientes de descargas residuales por explotaciones mineras, desagües con aguas servidas, basura y desperdicios, aguas de filtración con contenidos excesivos de sales, cloruros, sulfatos, etc.

Mientras no se valore y valorice el agua, especialmente el agua utilizada para riego de terrenos agrícolas, propiciando el inicio de la tan mencionada cultura del agua por las autoridades competentes, que no son tales, ni tienen autoridad, por los resultados de los usos excesivos del agua de riego, seguirán ocurriendo fenómenos hidrogeológicos impresionantes. Como los deslizamientos y derrumbes de laderas de los valles de Vítor y Siguas en nuestra región. Ocasionados por las aguas de filtración de las irrigaciones ubicadas en las partes altas y adyacentes a estos valles.

La tranquilidad y bienestar de los agricultores del valle de Vítor se terminó cuando por la necesidad de ganar nuevas tierras de cultivo, se ejecutaron nuevas irrigaciones (La Joya, San Isidro, La Cano y San Camilo), en las partes altas del valle. Sin considerar las consecuencias que podrían ocasionar las aguas de filtración hacia los valles. Los mismos que harían las veces de grandes drenes recolectores de aguas saladas, preocupaciones y pobreza.

Para incrementar la oferta de agua se construyeron grandes obras hidráulicas como el sistema de represas en la cuenca del río Chili y el sistema de trasvase del agua de la cuenca del río Colca hacia el río Sumbay, que luego de unirse con el río Blanco forman el río Chili.

Alrededor de los años setentas ya había indicios de humedecimiento en las laderas de los cerros de los sectores de Mocoro, quebrada Pie de Cuesta y Gallinazos. Los problemas de deslizamientos de las laderas de los cerros de la margen izquierda del valle de Vítor, se iniciaron en la zona de Pie de Cuesta en el año 1956 ó 1957, aproximadamente. El gran derrumbe se produjo el 09 de enero de 1975.

Posteriormente se presentaron los mismos problemas en los sectores de Punillo, Santa Rosa, La Ophelen, La Cossio, ocasionados por el riego de las irrigaciones de La Cano y San Isidro. El 4 de noviembre de 2010, se produjo un gran deslizamiento rotacional y derrumbes en la ladera de los cerros adyacentes al fundo La Cano (carretera panamericana hacia abajo) con un levantamiento de sus terrenos de cultivo. El Canal Filtraciones La Cano colapsó por un deslizamiento de la ladera por donde se construyó el canal (Km 11+580 – Km 11+900), habiéndose desprendido en dos tramos discontinuos.

La fuente de recarga permanente, directa, han sido las filtraciones del canal La Cano y como fuentes de recarga adicional son las irrigaciones de la parte alta del valle, que indudablemente, la irrigación La Cano es la directa colindante con el fundo La Cano, que al humedecer los suelo arcillosos expansivos, dispersivos y colapsibles, de la ladera se incrementa la masa de los suelos saturados y se producen los derrumbes y deslizamientos rotacionales y la reptación de esas masa, activadas por el agua.

El deslizamiento de los cerros colindantes con el fundo La Cano, han ocasionado un impresionante levantamiento de los terrenos de cultivo aproximadamente de 40 m de altura, por el empuje de los suelos saturados de las laderas, con agua de filtraciones del canal y de la irrigación La Cano. En la fotografía se puede apreciar el forado en la ladera (hueco). El material que había en ese lugar, es el que ha aparecido como un “cerro o morro” en el fundo La Cano.