El Hospital Regional Honorio Delgado Espinoza nuevamente enfrenta problemas de insalubridad. Y es que el informe de visita de control N° 013-2025-OCI/0663-SVC, emitido por la Contraloría General de la República, evidenció una crítica situación nociva desde el almacenamiento hasta la preparación de alimentos para personal de guardia y pacientes del nosocomio.
Almacén nocivo
Durante una visita efectuada por el ente de control del 4 de abril del 2025 y en compañía de la jefa del departamento de Nutrición y Dietética, se advirtió que el almacén central carece de higiene. Esto se refleja en el cúmulo de polvo y restos de alimentos, tanto en el piso como en las tarimas, estas últimas muestran cambio de color de la madera por el deterioro del tiempo, lo que evidencia una falta de mantenimiento.

Los productos a granel tampoco se almacenan envases tapados y etiquetados, sino que se guardan en bolsas plásticas de fácil ruptura y además entreabiertas, con riesgo de contaminación por el polvo acumulado o por otro tipo de vectores biológicos (roedores, insectos o microorganismos). Tampoco se encontró en el almacén documentos de control de ingreso y salida de alimentos. La excusa del personal responsable de almacén es que las tarjetas de control fueron retiradas para su actualización.
No son las únicas condiciones antihigiénicas, pues el ambiente carece de orden y limpieza. Y es que también hay cúmulo polvo y suciedad en el piso y anaqueles; así como la existencia de objetos en desuso, como baldes vacíos, cajas, bandejas, materiales descartables almacenados, entre otros. Estos anaqueles donde se almacenan los alimentos están en mal estado de conservación.
Además, se advirtió la existencia de sacos de alimentos como arroz, azúcar, maicena, entre otros, abiertos y en contacto con el suelo, pese a la existencia de tarimas para su colocación.
Artefactos inoperativos e insalubres
El nosocomio también cuenta con cinco cámaras de refrigeración para el almacenamiento de productos perecibles, pero muchas de estas están inoperativas. Es el caso de la cámara de conservación de carnes que está en un estado obsoleto. Estos insumos actualmente se refrigeran en la cámara de productos lácteos.

Lo mismo ocurre con la cámara de conservación de pescados, donde se encontró cajas plásticas almacenadas en su interior y el piso sucio, evidenciando la falta de higiene. La cámara de conservación de frutas se encontró sin productos. Esto porque no hay abastecimiento desde febrero. A pesar de que no está ocupada, la misma muestra falta de higiene del ambiente como las ánimas que se encuentran en su interior. Incluso hay proliferación de moho (hongos).
La cámara de conservación de verduras tampoco es la excepción, pues también se halló concentración de suciedad. Y los productos son almacenados sobre cartones sin protecciones y separación que evite la transferencia de olores y sabores.
Cocinas en mal estado
El ente de control también inspeccionó las áreas donde se preparan los alimentos. La situación es aún peor, pues resulta que las paredes almacenan grasa y polvo. Las mesas de trabajo y lavadero de la zona de producción fueron acondicionados en superficies de acero, estas bases de metal carecen de mantenimiento y presentan desprendimiento de pintura y cúmulo de óxido.
Los pisos presentan zonas sin cobertura de cerámico y otras con rotura, constituyéndose en espacios de cúmulo de humedad y residuos que podrían favorecer la proliferación de microorganismos. Las paredes ubicadas por debajo de los lavaderos tampoco cuentan con recubrimiento de mayólica.
Los anaqueles y equipos donde se guardan los utensilios de cocina como ollas y bandejas, presentan cúmulo de grasa y polvo, así como restos de alimentos procesados y hollín acumulado. La falta de higiene en estos espacios podría generar contaminación de los insumos, afectando la calidad de los alimentos que se preparan.

Más deficiencias
Los ambientes no son los únicos potenciales contaminantes, sino que se advierte un incumplimiento de medidas de bioseguridad que aseguren la calidad y preparación de los alimentos. Y es que se verificó que el personal no cuenta con toda la indumentaria establecida en la normativa para garantizar las condiciones en la preparación. Tampoco cuentan con carnet de sanidad.
Otro aspecto preocupante es que el personal encargado de la recepción de insumos no realiza la evaluación de aspecto sanitarios ni calidad de los mismos, por lo que existe una carencia de registro de información para el control de los alimentos recibidos. Este personal tampoco mantiene las buenas prácticas de manipulación de alimentos.
Finalmente, la Contraloría ha advertido que no se cuenta con dietas estandarizadas que permitan asegurar el contenido nutricional de las raciones entregadas a los pacientes. Las raciones se preparan en base a cuadros de gramaje que elabora el personal de nutrición del nosocomio.
Las condiciones antihigiénicas en almacenes y cocinas, sumadas a la falta de equipos operativos, incumplimiento de normas de bioseguridad y la ausencia de dietas estandarizadas, representan un grave riesgo para la salud de pacientes y personal administrativo.