Un reciente informe de la Contraloría General de la República puso en evidencia una serie de retrasos y omisiones en torno al proyecto denominado “Mejoramiento del servicio de práctica deportiva y/o recreativa del parque acuático de Mollendo». Este es ejecutado por el municipio provincial de Islay, liderado por el alcalde Richard Ale Cruz. En principio, el ente de control advirtió que la obra no cuenta con un plazo de ejecución vigente, ya que las ampliaciones solicitadas no fueron debidamente aprobadas. Esta situación contrasta con el plazo inicial de 120 días establecido para la culminación; pues la obra debió estar lista en diciembre, para el disfrute veraniego de miles de ciudadanos.

Las observaciones también señalan una preocupante demora en la adquisición y contratación de los recursos necesarios para el avance del proyecto. A esto se suma la falta de registro oportuno del estado situacional de la obra en el aplicativo SSI del Sistema Nacional de Programación Multianual y Gestión de Inversiones. Lo que genera incertidumbre sobre la transparencia y el seguimiento de la inversión pública.

La obra del parque acuático inició en agosto del año pasado con una inversión de S/ 2.5 millones.

Obra sin fin 

El alcalde Richard Ale debe responder a la población de Mollendo sobre el avance la obra.

El referido proyecto comenzó a ejecutarse el 28 de agosto del 2024, con una inversión de 2 millones 594 mil 377 soles y un plazo de 120 días calendario. No obstante, el 18 de diciembre del 2024, el consorcio Villa Hermosa solicitó una ampliación de plazo que la Municipalidad Provincial de Islay no aprobó. Mediante un documento de opinión legal N° 574-2024-MPI/A-GM-OAJ, la comuna rechazó el pedido de adenda al concluir que “no cumple con el sustento para la ampliación”. 

Es así que, el 1 de marzo del 2025, la contratista volvió a requerir un nuevo adicional de plazo, pero este se encuentra en trámite. La situación afecta la correcta administración del proyecto y al momento no tiene un plazo reprogramado vigente, lo cual imposibilita determinar la fecha real de la culminación de la misma. 

Más retrasos 

No es la única situación adversa por la que atraviesa el proyecto, pues también se advirtió una demora en la adquisición y contratación de recursos. Apenas iniciaron los trabajos se consignó una lista de insumos y el respectivo calendario de utilización. Para adquirir un tobogán de fibra de vidrio seis capas, que debió comprarse durante los 30 primeros días, el proceso de convocatoria comenzó el 17 de diciembre del 2024. Es decir, 9 días antes de la culminación de la obra, según el primer calendario. 

El privado también realiza un acta de paralización temporal el 23 de diciembre de 2024, señalando que no cuentan con “actividades pendientes para dar por concluido el proyecto”, siendo estas: “la piedra negra natural pintura látex satinada en muros interiores, pintura látex satinada en muros exteriores, pintura látex en cielo raso, toboganes acuáticos de fibra de vidrio, escalera AC inox”, entre otros elementos. 

Sin embargo, el 3 de abril del 2025, una comisión de la Contraloría verificó que las piscinas se encontraban en uso, el cuarto de máquinas con bombas, válvulas, tableros eléctricos, aire acondicionado; instalados y en funcionamiento. Por lo que no existió un paralización real, como se consignó en el acta temporal. Finalmente, se corroboró que no se cuenta con el personal asignado para reiniciar la obra. 

Sin información 

Cabe precisar que, la obra inició el 28 de agosto del 2024 y al mes de diciembre del 2024 tuvo una ejecución del 45.65%. No obstante, de la verificación efectuada en el Sistema de Seguimiento de Inversiones (SSI), se advirtió que el 14 de abril del 2025, la misma registra un avance solo hasta el mes de septiembre.

Se verificó en el sistema SSI que no se ha cumplido con registrar la ampliación de plazo, toda vez que este adicional culminaba el 25 de diciembre del 2024. Esta omisión se dio a pesar de que toda ampliación debe estar registrada en los aplicativos informáticos antes descritos. 

En definitiva, el proyecto se encuentra sumido en un preocupante limbo administrativo y operativo. La falta de un plazo de ejecución vigente, las evidentes demoras en la adquisición de recursos y la inconsistencia en el registro del avance de la obra en los sistemas de seguimiento, pintan un panorama de gestión deficiente.

Deja una respuesta