La guerra comercial entre China y Estados Unidos volvió a escalar. Este viernes 11 de abril, el gobierno chino anunció que impondrá aranceles de hasta 125% a productos estadounidenses. La medida es una respuesta directa a la nueva política arancelaria de Donald Trump.

El presidente estadounidense había decidido suspender aranceles para todos los países, excepto China. Esa exclusión encendió las alarmas en Beijing. La respuesta del Comité de Aranceles Aduaneros fue inmediata y entrará en vigor este sábado 12 de abril.

China no se guardó críticas. En un comunicado oficial, acusó a Estados Unidos de violar gravemente las normas del comercio internacional. Señaló que la política de Trump representa una forma de acoso económico, una coerción unilateral inaceptable para el orden global.

El mensaje fue claro y desafiante. «Estados Unidos ha ignorado el orden económico global que ayudó a construir», afirmó el gobierno chino. Y agregó: “Si Washington insiste en infligir daños sustanciales a China, responderemos con firmeza y lo acompañaremos hasta el final”.

Beijing incluso se burló de la postura del mandatario estadounidense. Aseguró que ya no subirán más aranceles porque cualquier medida adicional sería “irrelevante” y convertiría a Trump “en una burla de la historia económica mundial”. La tensión se mezcló con un tono de sorna.

El último movimiento de Trump fue durísimo. Elevó a 145% los aranceles sobre productos chinos, incluyendo el 125% anunciado esta semana y el 20% que rige desde marzo como sanción por el tráfico de fentanilo. China, en respuesta, le da un nuevo golpe a la economía estadounidense.