En el corazón de Camaná, un proyecto educativo prometedor se ve ensombrecido por irregularidades que podrían comprometer su futuro. Y es que la Contraloría ha levantado la voz ante las deficiencias técnicas detectadas en la construcción de la filial de la Universidad Nacional de San Agustín (UNSA) en el distrito de Samuel Pastor. Con una inversión de S/ 4 millones, esta obra busca beneficiar a 6,888 jóvenes, pero los hallazgos revelan un panorama preocupante.

Serias deficiencias
El informe de la Contraloría N.° 005-2025-OCI/0210-SCC, detalla que durante una inspección realizada el 12 de febrero se identificaron fallas críticas. Entre ellas, la ausencia de juntas de construcción entre muretes y columnas. Un error que podría provocar el desprendimiento de tarrajeo y generar puntos de presión en caso de un sismo. Estas deficiencias no solo ponen en riesgo la infraestructura, sino también la seguridad de quienes la ocupen.

Pero los problemas no terminan ahí. Las ventanas de las aulas del segundo piso, al abrirse, chocan contra las paredes. Esto dificulta su correcto funcionamiento y limita la ventilación de los espacios. Además, se observaron fisuras en puertas de madera, tramos de tubería de desagüe encorvados y la falta de drenaje pluvial en escaleras y el área del ascensor. Estas fallas podrían derivar en problemas operativos y mayores costos de mantenimiento.
La situación se agrava al descubrir que la UNSA otorgó una suspensión del plazo de ejecución del contrato, a pesar de que los retrasos son atribuibles al contratista. Según el informe, hubo trabajos ejecutados durante la suspensión sin la supervisión técnica requerida, lo que abre la puerta a posibles irregularidades. Además, se realizaron valorizaciones del 100 % de partidas que no estaban completamente ejecutadas, un hecho que podría implicar pagos por trabajos no realizados.
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Retraso en la obra
El contrato de saldo de obra, firmado el 19 de junio de 2024 por un monto de 4 millones 150 mil soles establecía un plazo de 120 días para culminar las intervenciones. Sin embargo, al momento de la evaluación, solo se había ejecutado el 69 % del monto programado, evidenciando un retraso significativo.
Este proyecto, que incluye la construcción de bloques de dos pisos con aulas, oficinas administrativas, escaleras y un ascensor, representa una esperanza para miles de jóvenes en Camaná. No obstante, las deficiencias técnicas y los retrasos podrían truncar ese sueño.

La Contraloría ha comunicado estos hallazgos al rectorado de la UNSA, instando a la adopción de medidas preventivas y correctivas. La pregunta que queda en el aire es si estas acciones llegarán a tiempo para salvar un proyecto que ya muestra grietas, no solo en sus estructuras, sino también en su gestión.
Mientras tanto, la comunidad de Camaná espera respuestas. Esta obra no es solo un edificio; es una oportunidad para miles de jóvenes que buscan acceder a una educación superior de calidad. Las autoridades tienen la palabra, y el tiempo corre en su contra.