El Congreso de la República aprobó este viernes 21 de marzo la censura contra Juan José Santiváñez, ministro del Interior. Fueron 78 votos a favor, 11 en contra y 20 abstenciones. La decisión obliga a la presidenta Dina Boluarte a designar un nuevo titular para el Mininter en un plazo máximo de 72 horas, marcando el sexto cambio en este cargo durante su gestión.

Santiváñez, quien asumió el puesto en mayo de 2024 y se convirtió en el ministro con más tiempo en el cargo bajo la administración de Boluarte, defendió su gestión minutos después de la votación. “Estoy convencido de haber hecho un buen trabajo y mejorado las condiciones de los policías”, afirmó. Aunque aceptó la decisión del Congreso sin precisar si continuará en otro rol dentro del Ejecutivo.

El debate en el pleno reflejó posturas divididas. Congresistas como Susel Paredes, autora de una de las mociones de censura, criticaron la gestión de Santiváñez por no frenar la creciente ola de violencia. Paredes destacó que, durante su mandato, más de 1,800 personas fueron asesinadas y los emprendedores enfrentaron extorsiones constantes, evidenciando una falta de resultados concretos.

Por su parte, Flavio Cruz, de Perú Libre, respaldó la censura y subrayó la necesidad de una reforma integral del Poder Judicial. Además del fortalecimiento de los servicios de inteligencia. Sin embargo, no todos estuvieron de acuerdo. Jorge Montoya, de Honor y Democracia, argumentó que un cambio en el liderazgo del Mininter podría interrumpir una estrategia de seguridad que, según él, ya mostraba avances.

Eduardo Castillo, de Fuerza Popular, justificó el apoyo de su bancada a la censura al considerar que la estrategia de Santiváñez fue ineficaz. Castillo recordó que su grupo ha propuesto medidas como la reforma del sistema de justicia y la construcción de nuevas cárceles. Mientras tanto, Alfredo Azurín, de Somos Perú, expresó escepticismo sobre el impacto de la censura. Señalando que el problema de la inseguridad requiere soluciones integrales y no solo un cambio de ministro.

Con la salida de Santiváñez, la presión recae ahora sobre Dina Boluarte, quien deberá nombrar a un nuevo ministro en un contexto marcado por la creciente inseguridad y las demandas ciudadanas por una respuesta efectiva ante la delincuencia.