La Unión Europea (UE) da un paso firme hacia la autonomía estratégica con un ambicioso plan para reducir su dependencia de Estados Unidos en materia de defensa. La Comisión Europea insta a los Estados miembros a incrementar su gasto militar y a priorizar la compra conjunta de equipamiento a industrias europeas. Así lo reveló el nuevo Libro Blanco sobre Defensa al que tuvo acceso el diario El País.

Este movimiento responde a un escenario global marcado por la incertidumbre, con la guerra en Ucrania como telón de fondo. Además de las dudas sobre el futuro compromiso de Estados Unidos con la OTAN. Bruselas plantea que la única forma de superar la dependencia de Washington es mediante proyectos europeos conjuntos que fortalezcan la base industrial de defensa del bloque.

El plan de rearme alcanzaría los 800 mil millones de euros, financiado principalmente por los presupuestos nacionales. Ursula von der Leyen, presidenta de la Comisión Europea, advirtió que “la seguridad de Europa está amenazada de una manera muy real”. Y subrayó la necesidad de aumentar masivamente el gasto en defensa. Esta propuesta coincide con el anuncio de Donald Trump de poner fin a la ayuda estadounidense a Ucrania, lo que acentúa la urgencia del plan europeo.

El Libro Blanco identifica siete áreas clave para construir una defensa europea robusta: defensa aérea y antimisiles, artillería moderna, reservas estratégicas de municiones, drones y sistemas anti-drones, movilidad militar, inteligencia artificial y ciberguerra, y protección de infraestructuras estratégicas. Bruselas propone que estas áreas se desarrollen mediante proyectos y compras conjuntas, lo que permitiría una mayor interoperabilidad entre los ejércitos europeos.

Además, la Comisión insta a la creación de reservas estratégicas de materias primas y componentes clave. Así como a la formación de centros de preparación industrial para la defensa. Estos esfuerzos buscan garantizar el acceso a recursos esenciales y mejorar la capacidad de respuesta ante crisis. Bruselas se ofrece como coordinador de estas iniciativas, con el objetivo de consolidar una base industrial de defensa sólida y unificada.

El documento enfatiza que la cooperación entre los Estados miembros es fundamental para lograr una defensa europea autónoma. “Solo juntos, los Estados miembros podrán marcar la diferencia”, señala el borrador. Este plan pretende reducir la dependencia de Estados Unidos. Pero también fortalecer la posición de la UE en un mundo cada vez más inestable y multipolar.

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