La justicia peruana ha dictado una sentencia ejemplar contra Jamil Vera V., condenado a cadena perpetua por violar sexualmente a una menor de 12 años a quien contactó a través de redes sociales. El fallo, emitido por el Segundo Juzgado Colegiado Especializado de Arequipa, Cerro Colorado, es resultado de una investigación sólida liderada por la Fiscalía Provincial Mixta de Acarí. Esta demostró la responsabilidad del acusado más allá de toda duda razonable.
El caso se remonta a 2021, cuando Vera, entonces un sereno de 21 años de la municipalidad de Bella Unión, inició una conversación con la menor a través de Facebook. La comunicación continuó por WhatsApp, donde el acusado logró ganarse la confianza de la niña, estableciendo una supuesta «relación de enamorados». Tras un mes de mensajes, ambos se conocieron en persona. En su segundo encuentro, Vera, bajo los efectos del alcohol, subió a la menor a su vehículo y la llevó a una zona oscura, donde la violó.
A pesar del trauma, la menor mantuvo silencio inicialmente, mientras Vera continuó abusando de ella durante un año, entre 2021 y 2022. Fue solo cuando la niña confesó lo ocurrido a su tía que la madre decidió denunciar el caso a la policía. Aunque se dictaron medidas de protección y alejamiento, Vera persistió en contactar a la víctima, intentando persuadirla para que no declarara en su contra. Sin embargo, la Fiscalía logró que la menor brindara su testimonio en una prueba anticipada, clave para la condena.
Durante el juicio, el fiscal provincial Javier Gustavo Mariño Delgado presentó pruebas contundentes. Incluyendo la declaración de la víctima, testimonios de testigos y pericias que corroboraron los hechos. La consistencia y solidez de las pruebas fueron determinantes para que el tribunal impusiera la máxima pena: cadena perpetua.
Además de la condena, el acusado deberá pagar una reparación civil de 10 mil soles a favor de la agraviada y ha sido inhabilitado permanentemente para trabajar en el sector educativo. Sin embargo, la sentencia aún debe ser confirmada en segunda instancia. Mientras tanto, Vera enfrenta medidas restrictivas y, de incumplirlas, será trasladado a prisión.
Este no es el único caso que pesa sobre Vera. En noviembre de 2024, fue sentenciado a seis años de prisión por incumplir las medidas de protección al contactar nuevamente a la menor. Actualmente, el acusado se encuentra prófugo, con una requisitoria vigente por este delito.
La sentencia marca un precedente importante en la lucha contra los delitos sexuales, especialmente aquellos cometidos a través de redes sociales. La Fiscalía ha demostrado que, con pruebas sólidas y un trabajo minucioso, es posible lograr justicia para las víctimas más vulnerables. Sin embargo, el caso también subraya la necesidad de mayor educación y prevención para proteger a los menores de edad en el mundo digital.