La pareja Sánchez Zeballos se siente víctima de la prensa. Al menos ese es el giro que le han dado a sus intervenciones públicas en los últimos días. El enfrentamiento con las casas periodísticas críticas a su gestión —entre las que nos incluimos— sigue adquiriendo distintos matices y ahora pasó hacia la victimización.
Uno de los argumentos que ahora esgrimen es que existe prensa poco ética que busca perjudicar la gestión de Rohel Sánchez en el Gobierno Regional de Arequipa. La pareja parece apuntar a construir un discurso donde la crítica periodística es presentada como un ataque injusto, de mentiras y malintencionado. En lugar de responder con claridad a los cuestionamientos sobre su administración, han optado por señalar a la prensa como un actor hostil. Sin precisar cuáles son los medios o periodistas a los que acusan de actuar de manera poco ética.

Quiere escuelear
Por ejemplo, el último jueves, el gobernador intentó escuelear a los periodistas asegurando, en su discurso de honor en el homenaje que hiciera la Región por el Día de la Mujer, que existen medios de comunicación que afectan públicamente a las mujeres y a la familia. Cuando, en entrevista personal un periodista de Tv Unsa, le preguntó al respecto, Sánchez se ratificó. Y cuestionó la profesionalidad de los hombres de prensa, aconsejándoles que “aquel que es profesional, debe actuar en el marco de su código de ética profesional, de su deontología profesional. Siempre en esa constante búsqueda de la verdad”.
Más allá de sus declaraciones, el gobernador no presentó pruebas concretas. La generalización en su discurso deja abierta la posibilidad de que se trate de una estrategia para desacreditar a los medios que han sido críticos con su gestión. En ese contexto, su intervención en un acto oficial no parece una defensa de la ética periodística, sino un intento de desviar la atención sobre los problemas en su administración, que son muchos.
Desde este medio le comentamos al gobernador que para todos nuestros reportajes se utiliza un método de investigación sustentado en documentos y versiones verificables. Lo que provoca que muchos temas, que no pueden ser contrastados debidamente, nunca sean publicados. Ya que la precisión y el acercamiento a la verdad son lo primordial.
Luz Marina también se victimiza

La misma impresión dejaron las declaraciones de su esposa Luz Marina Zeballos Patrón, tras el homenaje póstumo que se le hiciera a su padre, Horacio Zeballos Gámez, líder histórico del SUTEP, en el aniversario de su fallecimiento (7 de marzo de 1984) en el cementerio de La Apacheta. Zeballos Patrón aseguró que existe un tratamiento injusto y abusivo por parte de algunos medios de comunicación hacia su persona. “Me han llamado tarada, ignorante…”, declaró. Desde la presente redacción también cuestionamos el uso de esos calificativos y nos solidarizamos con su indignación.
No obstante, así como rechazamos los insultos y ataques personales, también es importante señalar que el papel de la prensa no es complacer a los funcionarios, sino fiscalizar su labor. El papel de Luz Marina Zeballos en el gobierno regional, a pesar de no ser funcionaria pública, ha sido por lo menos cuestionable. Ella ha negado en varias oportunidades que se entromete en la toma de decisiones al interior de la Región. Sin embargo, múltiples investigaciones periodísticas han demostrado lo contrario.
La esposa del gobernador también ha cuestionado en sus últimas declaraciones el uso de su apellido en un apelativo que refleja la percepción ciudadana respecto a su carácter y papel en la administración de su esposo. «Mi apellido Patrón lo han querido manosear y tergiversar y poniendo de un sobrenombre», aseveró. Cabe mencionar que el apodo de la «Patrona» fue usado inicialmente por sus seguidores y allegados, y posteriormente se filtró a la prensa. Los periodistas no nos podemos atribuir el crédito de esa denominación.

La crítica no es insulto
En un contexto democrático, es natural que los medios cuestionen la gestión de las autoridades, sobre todo cuando existen indicios de irregularidades. Pretender que toda crítica es una agresión o insulto es un mecanismo que debilita la transparencia y la rendición de cuentas.
En este sentido, la falta de precisión de sus declaraciones, en función a que en ambos casos no dicen a qué medios de comunicación se refieren, nos deja una válida sospecha de que tanto el gobernador como su esposa buscan victimizarse. Y sin hacer el mea culpa y sin admitir los graves errores y actos de corrupción que han empañado lo que prometía, en un principio, convertirse en una gestión orientada, supuestamente, hacia el cambio y desarrollo.