Las lluvias intensas en Chala, provincia de Caravelí (Arequipa), han provocado inundaciones y huaicos que afectaron severamente la zona agrícola del valle de Chala (Anexo de Chala Viejo) y bloquearon vías clave. Sixto Roas, poblador local, confirmó que las quebradas de Fuerte Chica y San Andrés se activaron, causando daños significativos en cultivos y carreteras.
“Las quebradas han dañado fuertemente el sector agrario. Aunque la lluvia paró, el daño ya está hecho”, señaló Roas. Además, criticó la falta de prevención: “Todos los años sabemos que las quebradas se activan, pero no se hace trabajo preventivo”. Las imágenes que circulan en redes sociales muestran cultivos de maíz y sandía completamente destruidos. “Limpiar el terreno será costoso y difícil”, agregó Roas para Revelación.pe.
La carretera que conecta Chala con Huanuhuanu y luego con el sector de Relave, en Ayacucho, vital para el transporte minero y agrícola, quedó bloqueada. En Huanuhuanu los sectores de Mollehuaca, La Capilla y La Pampa también se vieron afectados por los deslizamientos. Al cierre de la presente edición la posibilidad de que los daños se incrementen con nuevas precipitaciones era alta.
El problema radica en que se están activando múltiples quebradas. «Arreglan en una zona y en otra aparece otro deslizamiento», narró Roas. Asimismo, los mineros informales e ilegales enfrentan pérdidas totales debido a los deslizamientos. Hay labores completamente selladas por piedras y lodo. También se reportó que el tránsito de camiones de mineral hacia Chala es restringido.
Aunque las autoridades y empresas mineras colaboran con maquinaria, Roas destacó que la falta prevención agrava la situación. “El gobierno no nos manda combustible; tenemos que conseguirlo nosotros”, lamentó.
Huaico en Caravelí
Las intensas lluvias en el distrito de Caravelí provocaron un huaico, afectando vías en los anexos Huicoro, Chuñuño y la carretera AR-104, así como viviendas en el Asentamiento Humano Ciudad de Dios y el complejo deportivo municipal. La situación en Caravelí sigue crítica, con la amenaza de nuevas lluvias y la urgencia de una respuesta eficaz para evitar mayores pérdidas.