La Contraloría General de la República ha identificado que la municipalidad de Mariano Melgar no tiene la recaudación de arbitrios suficientes para brindar un adecuado servicio de limpieza pública. Los que pagan los platos rotos son los trabajadores que no reciben las condiciones necesarias para sus funciones.
La comuna recaudó durante el 2023 un total de 223 mil 414 soles en arbitrios por concepto de limpieza pública. Y el año pasado la cifra solo alcanzó los 202 mi 140 soles. De acuerdo a la Contraloría, desde la gestión del alcalde Oscar Ayala no se estarían generando acciones para incrementar la recaudación. Teniendo que sacar dinero de otras fuentes para cubrir el costo anual de la limpieza del distrito.
El órgano de control llega a esa conclusión debido a la alta tasa de morosidad de los vecinos del distrito. Si bien es cierto, en comparación al 2023, el año pasado hubo un ligero descenso en la morosidad, de 82 % a 78 %, la cifra dista mucho de ser óptima, debido a las deficiencias en el servicio de limpieza pública.
De acuerdo a la Contraloría el tema económico también impacta en la capacidad de pago por el uso del botadero de Quebrada Honda. Para este servicio se tiene que abonar S/ 13.80 por tonelada de basura. Los meses de noviembre y diciembre 42 mil soles no han sido regularizados.
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Maltrato a trabajadores
Además, el personal de limpieza no cuenta con todas las condiciones de seguridad y salud en el trabajo. Conforme a la inspección desarrollada por el órgano de control, de los 45 trabajadores del área de limpieza, al menos 12 no cuentan con la vacuna antitetánica, aspecto clave para garantizar la salud de los empleados. Solo 7 tienen el esquema completo (3 vacunas). Además, dos trabajadores no cuentan con Examen Médico Ocupacional vigente.
Estos datos adquieren relevancia cuando le sumamos que ninguno de los 45 trabajadores ha recibido sus uniformes completos. La norma obliga a las entidades municipales entregar al menos 4 uniformes al año. 29 empleados de limpieza pública recibieron 3 juegos. Hay un trabajador que tuvo el mismo uniforme todo el año.
En cuánto a los Equipos de Protección Personal, ninguno ha recibido mamelucos descartables, que es obligatorio cuando existe exposición a residuos biológicos. En cuánto al uso del bloqueador solar, les entregan menos de 1 litro al mes.
La Contraloría también identificó que no hay comedor para los trabajadores. Además las instalaciones asignadas para su uso en el coliseo municipal «El Niño» están en malas condiciones. Los caños y los pisos del baño estaban sucios al momento de la inspección.
El alcalde Óscar Ayala debe responder esta semana el requerimiento de la Contraloría para comunicar las acciones preventivas y correctivas adoptadas en relación a las situaciones adversas identificadas.