Enrique Valeriano Chávez es un hombre que ha dedicado su vida a endulzar los corazones de los arequipeños y a mantener viva la tradición heladera. Con manos expertas y una pasión inquebrantable, el maestro heladero transforma ingredientes frescos y naturales en postres que deleitan los paladares más exigentes.
La historia de Enrique es un viaje en el tiempo, un relato que se remonta a sus abuelos, quienes fundaron la «Fábrica Vencedor». Desde niño, se sumergió en el mundo de la heladería, aprendiendo los secretos del oficio y convirtiéndose en un experto en el arte de crear postres helados. El legado continuó con sus padres, quienes mantuvieron viva la tradición familiar.
“Soy la tercera generación de una familia heladera. Mi abuelito fabricaba paletas de hielo y otros helados artesanales. Yo estoy incursionando con el queso helado y otros productos. Buscamos llegar a todos los turistas”, cuenta el empresario desde los altos de Plaza de Armas, donde participó por el Festival del Pisco Sour con sus innovadores queso helados de licores.

Su propia empresa
Hace 10 años, Enrique emprendió su propio camino y fundó «Alegría, alegría», una empresa que ha sabido honrar la herencia familiar y que al mismo tiempo agrega su propio toque de innovación. Su postre estrella, el queso helado, es una oda a la tradición arequipeña, pero con una chispa de audacia. Ahora, incorporó licores como el anisado, pisco sour y ron con pasas a esos postres, creando una explosión de sabores.
“Siempre quisimos diferenciarnos de los demás. Nuestra idea fue combinar los productos que generen una explosión de sabores. Y qué mejor que la mezcla de licores y helados arequipeños. Es una sensación única”, cuenta mientras bate todos los ingredientes en cubos de hielo que dan vida a estos postres.
El secreto detrás del sabor inigualable de los helados de «Alegría, alegría» reside en la calidad de sus ingredientes. Para su elaboración utiliza leche fresca, el alma de todo buen queso helado, y la combina con su pasión por la tradición y su espíritu innovador. Cada bocado es un viaje a través de la historia y el sabor de Arequipa.
“Lo que nos diferencia es el buen trato y el sabor. Nosotros tenemos la verdadera preparación artesanal del queso helado. Para su preparación utilizamos leche fresca y pura, porque la nata ayuda a que el queso helado sea mucho más cremoso”, añade Enrique.

Canales de distribución
Los helados de «Alegría, alegría» son más que un postre, son una experiencia que despierta los sentidos y evoca recuerdos de infancia. Cada bocado es un homenaje a la tradición arequipeña, un viaje a través del tiempo y un encuentro con el sabor auténtico de esta tierra y sus tradiciones.
Actualmente, Enrique distribuye sus productos en ferias, estadios de fútbol y otros eventos populares, llevando el sabor de Arequipa a cada rincón de la ciudad. Sin embargo, también sueña con tener un local propio, un espacio donde pueda compartir su pasión por el queso helado y crear nuevas experiencias para sus clientes

“Estamos en todo tipo de eventos sociales, deportivos, matrimonios y hasta en colegios. Nuestro mercado es diverso. Nuestra visión es tener varios puntos de distribución, donde se puedan vender estos postres. También aspiramos a tener una tienda física para recibir a todos los turistas. Poco a poco vamos a lograrlo gracias a la preferencia de nuestro público”, concluye.
Si deseas probar los deliciosos helados de «Alegría, alegría», puedes contactarlos a través de los números 973239060 o 923463912. No te pierdas la oportunidad de probar el queso helado más innovador y descubrir por ti mismo por qué está empresa es mucho más que una heladería, es un legado de sabor.