La muerte de Cindy Choquehuanca Quispe, de 20 años, ha conmocionado a la ciudad. La Policía Nacional del Perú y el Ministerio Público han confirmado que la joven fue ultrajada sexualmente antes de ser apuñalada. El general de la IX Macro Región Policial Olger Benavides ha prometido capturar al homicida lo más pronto posible. Mientras tanto, los familiares de Cindy exigen justicia. No hay forma de aliviar el dolor, no solo por su partida, sino por el ensañamiento injustificado de su asesino. La vio frágil y la mató con crueldad.
Este caso es la punta del iceberg de una realidad latente que afecta a Cerro Colorado desde hace varios años y que se ha agudizado en la última semana. Al ser el distrito con mayor población de todo el sur es también el que concentra mayores índices de criminalidad según datos de los últimos cinco años del Instituto Nacional de Estadística e Informática (INEI).
En Cerro Colorado se han presentado al menos 3 mil 330 delitos en todo el 2024. Ocupa el segundo lugar en cuanto delitos, solo por debajo del Cercado de Arequipa. Las cifras corresponden a delitos contra la vida, el cuerpo y la salud, contra la tranquilidad y seguridad pública; y contra la libertad y el patrimonio.
A esto se suman las pésimas condiciones en las que se encuentran las comisarías de la zona. Para muestra un botón, la comisaría de Ciudad Municipal, que está a tan solo dos cuadras de la farmacia en la que murió Cindy Choquehuanca, tiene dos patrulleros malogrados y carece de personal. Así lo han denunciado los pobladores en un memorial enviado al general Benavides. Y en Zamácola, la población también salió a los medios a denunciar la carencia de patrulleros.
Cámaras inoperativas
Antes de su muerte, Cindy estaba abriendo la farmacia en la que trabajaba y hacía sus prácticas desde hace una semana en el sector de Eduardo de la Piniela, en inmediaciones de Ciudad Municipal. El sujeto inicialmente se presentó como cliente y luego intentó robar el dinero de la caja del establecimiento. Cindy se resistió. No habían serenos por la zona, tampoco policías. Nadie pudo impedir el asesinato y la posterior huida del homicida. La dejó abandonada en el baño del establecimiento. Tampoco habían cámaras de seguridad operativas del municipio que hicieran seguimiento al asesino para facilitar su captura.
Cuando los colegas de radio Yaraví le preguntaron al gerente de Seguridad Ciudadana de la comuna de Cerro Colorado, Sandro Ballón, sobre si habían cámaras de seguridad por la zona, respondió que sí, pero que estaban inactivas. No estaban malogradas, no tenían desperfectos, solo bastaba con encenderlas, pero por temas administrativos esto no era posible.
¿Cuál era el impedimento? Pues bien, desde el 2022, en la gestión anterior, se viene ejecutando el Proyecto de Mejoramiento y Ampliación del Servicio de Seguridad Ciudadana en el Distrito de Cerro Colorado. El proyecto incluye la construcción de una nueva base de Serenazgo, con una central de monitoreo para 375 cámaras de seguridad. Además de 14 camionetas y la contratación de más de 200 serenos. El proyecto ejecutado en la modalidad de obras por impuestos ya está culminado y costó 39.5 millones de soles, de acuerdo al portal de consulta amigable del Ministerio de Economía y Finanzas.
En diciembre el Consorcio Tottus-Falabella hizo una primera entrega del sistema, pero este tuvo observaciones. De acuerdo al gerente de Seguridad Ciudadana estas observaciones deben estar resueltas a fines de febrero para que la municipalidad recién haga uso de los nuevos equipos. Sin embargo, el propio gerente de Seguridad Ciudadana admitió a Revelación.pe que inclusive con la nueva infraestructura en marcha no contarán con la capacidad para cubrir la seguridad de todo el distrito.
Proyecto insuficiente
A las afueras de la farmacia Y&K, donde murió Cindy los vecinos y familiares aquejaron la falta de vigilancia y ausencia tanto de personal policial como de serenazgo. Los robos son frecuentes, de acuerdo a los testimonios de los vecinos recogidos por distintos medios de comunicación. La base actual de serenazgo está a tan solo seis cuadras del lugar (Cementerio de Ciudad Municipal). ¿El asesinato de Cindy se hubiera dado si habría mejor vigilancia en la zona? Nunca lo sabremos.
Cerro Colorado es un distrito grande. Sandro Ballón explicó a Revelación que actualmente la capacidad operativa del serenazgo de Cerro Colorado está sobrepasada. «En Ciudad Municipal tenemos cuatro zonas operativas Ciudad Municipal Alto, Bajo, APIPA y José Luis Bustamante y Rivero. Si el vehículo de Serenazgo está en el sector 12 de Bustamante y sucede algo en el sector 1, entenderá que será difícil que nuestro personal llegue de inmediato», se excusó.
Las quejas de la población son una constante. Se espera que con la contratación de 200 serenos adicionales a los 195 existentes y el funcionamiento de la central de monitoreo de las cámaras de seguridad se incremente la capacidad operativa pero será insuficiente.
Desde el inicio del proyecto se conocía esta circunstancia. Sobre todo porque no se alcanzaba a cubrir todo el distrito con las cámaras de videovigilancia. Prácticamente toda la margen izquierda no cuenta con estos equipos (ver captura). También está pendiente la habilitación de sub bases de Serenazgo en al menos 11 puntos del distrito. Una promesa que se hizo en julio del año pasado, y que solo depende de la gestión del alcalde Manuel Vera Paredes. Pero él está más preocupado en los juicios por corrupción que se le siguen. Sandro Ballón admitió que desde hace mucho se hace lo que se puede con lo que se tiene.
Falta de liderazgo
Para la regidora Karen Talavera no hay liderazgo por parte del alcalde Manuel Vera para luchar contra la inseguridad ciudadana. Y uno de los funcionarios más flojos de la gestión de acuerdo a su opinión es el gerente de seguridad ciudadana, Sandro Ballón.
Cuando le preguntamos si se siente segura en su propio distrito, respondió que no. «Yo vivo a metros de la comisaría de Cerro Colorado y aún quedan los orificios de bala en la pared que dejó una balacera hace unos meses», narró. La misma respuesta obtuvimos por parte del concejal Alonso Ranilla, quien también aseguró no sentirse a salvo en el distrito. Ambos concejales aseguraron que fuera del proyecto de seguridad ciudadana que ejecuta el municipio no se ven soluciones a corto y mediano plazo para garantizar la seguridad en el distrito.
Por su parte, la regidora Alejandra Ortiz responsabilizó la población por no pagar sus impuestos municipales. Lo que en su opinión limita las acciones en materia de seguridad por parte de la comuna.
Sandro Ballón también aseguró que la población es indiferente a la hora de participar de programas como «Barrio Seguro» o «Juntas Vecinales». Para el funcionario parte del problema de la inseguridad del distrito está en la poca participación de la ciudadanía en la lucha contra la delincuencia. Además para el funcionario la solución radica en mejores políticas para combatir el crimen por parte del Ministerio del Interior.
A estas alturas, lo que hay que entender es que la muerte de Cindy Choquehuanca Quispe no es solo una tragedia individual, sino un reflejo de una crisis sistémica que aqueja a Cerro Colorado y la indiferencia del alcalde Manuel Vera y sus funcionarios.
Cindy era una joven con sueños y un futuro por construir, pero su vida fue truncada por un sistema que falló en protegerla. Mientras las cifras de criminalidad sigan escalando y las promesas de seguridad se queden en papel, historias como la de Cindy seguirán repitiéndose.