La Gerencia Regional de Salud (Geresa) confirmó que en 13 comunidades de las provincias de Castilla y Condesuyos no existe el tratamiento debido al agua que consume la población. Además en 8 se encontró existencia de metales pesados que superan los límites máximos permisibles. Esto se complementa con un estudio previo de la Autoridad Nacional del Agua (ANA), que encontró residuos minerales en el recurso hidrobiológico. Documento que advierte el afloramiento de la unidad minera Poracota de la compañía de minas Buenaventura.
El informe N° 02-2025-GRA/GRS/GR-DESA, elaborado por la Dirección Ejecutiva de Salud Ambiental (Digesa), revela que de la muestra de 13 centros poblados, 8 cuentan con un sistema de abastecimiento de agua. Mientras que los otros 5 consumen agua de lagunas, ríos o acequias y pozos. Los resultados son alarmantes, ninguno de los poblados consumen agua apta para consumo humano. En 4 de esas comunidades se exceden los límites permisibles de hierro, otras 3 tienen altos niveles de arsénico y 5 consumen agua con aluminio por encima del límite permitido.

Localidades afectadas
El primer monitoreo se realizó en el centro poblado San Isidro de Taucca (Andagua). Los especialistas determinaron exceso de turbidez y hierro en el agua que consumen los pobladores. Este último metal pesado llega a las conexiones domiciliarias y alcanza los 0.33304 mg/L, cuando el límite es de 0.3 mg/L. Y allí se incluye que, a pesar de tener servicio de agua potable, esta no es debidamente tratada, pues apenas se encontró 0.07 mg/L de cloro residual, cuando la norma pide que sea más de 0.5 mg/L.
En Charca (Andagua) la situación es mucho peor. Sucede que no cuentan con un sistema de abastecimiento, por lo que los pobladores captan el agua por medio de baldes de un pozo proveniente de una laguna. El agua almacenada sin tratamiento también supera los parámetros de turbiedad, el pH (potencial de hidrógeno) está fuera de los parámetros permitidos, y hay exceso en la presencia de aluminio y hierro. En este caso, es más evidente la exposición a contraer enfermedades.

La localidad de Andagua si cuenta con agua mediante el abastecimiento administrado por la municipalidad, pero tampoco se le da el tratamiento adecuado. De los resultados tomados en campo, se halló la presencia de 0.1 mg/L de cloro residual cuando la norma pide que sea mayor de 0.5 mg/L. Además, el pH del agua alcanza los 8.74, pese a que el tope es del 8.5.
Al igual que el caso anterior, en Huilluco también se cuenta con un sistema de abastecimiento administrado por la Municipalidad Distrital de Chilcaymarca. No obstante, el recurso hídrico que llega a las conexiones domiciliarias no supera la cantidad de cloro residual y excede los niveles de turbiedad, aluminio, arsénico y hierro.
Por otro lado, en Pucará tampoco se cuenta con un sistema de abastecimiento de agua. Aquí también los pobladores almacenan agua de un canal de riego, pero con presencia de 0.32505 mg/L de hierro y 7.28 UNT de turbidez. Niveles muy por encima de los límites permitidos para el consumo humano.

El centro poblado de Salviani, en el distrito de Cayarani (Condesuyos) es uno de los más afectados. Allí hay presencia de metales pesados en el recurso hidrobiológico. El estudio determinó la existencia de 13.5 UNT de turbidez, 0.317 mg/L de aluminio, 0.02841 mg/L de arsénico, 0.44781 mg/L de Hierro y 0.98361 mg/L de manganeso. Las aguas del río Arcata son las que se distribuyen para uso doméstico.
En la localidad de Arcata se encontró niveles excedentes de arsénico con 0.445 mg/L, en Tintaymarca la turbiedad alcanza las 5.46 UNT. La situación se complica en Huancarama, cuyos pobladores también almacenan agua de un canal de riego. Pero esta tiene presencia de 80.6 UNT de turbiedad, 0.8 mg/L de aluminio y 0.66580 mg/L de hierro.
Finalmente, en Orcopampa también se consume agua contaminada. Cuentan con dos sistemas de abastecimiento administrados por las municipalidades de Orcopampa y por la compañía Buenaventura. Pero se encontró presencia de hierro y aluminio por encima de los límites permitidos. Lo peor es que había 0 niveles de cloro residual, lo que advierte la falta de tratamiento en el agua que se reparte a los pobladores.

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Plazo a municipios
El informe concluye dando un plazo de 2 meses a los municipios encargados del tratamiento y distribución del agua para mitigar los parámetros excedentes. Caso contrario de aplicarían multas en contra de las comunas por entregar agua no apta a los pobladores. Sin embargo, por ningún lado se señala el origen del agua contaminada con exceso de metales pesados. A pesar de que los pobladores apuntan a una mina en etapa de cierre de la empresa minera Buenaventura.