Este miércoles, el régimen de Nicolás Maduro cerró la frontera entre Venezuela y Brasil como parte de los ejercicios militares “Escudo Bolivariano 2025”. El paso fronterizo, ubicado cerca de la ciudad brasileña de Pacaraima, quedó bloqueado para vehículos y peatones, generando tensiones en la región.
Las maniobras, que involucran a 150 mil efectivos en todo el territorio venezolano, fueron justificadas por el gobierno chavista como una medida para “garantizar la paz, la soberanía y la democracia verdadera” en Venezuela. Durante un acto en Caracas, Maduro afirmó que el despliegue también busca contrarrestar amenazas de “grupos terroristas armados” provenientes de Colombia.
Por su parte, Brasil reforzó la seguridad en la zona. La Policía Militar y la 1ª Compañía Independiente de Policía Militar de Frontera (1ª CIPMFron) monitorean de cerca la situación. El Ministerio de Relaciones Exteriores brasileño indicó que las autoridades venezolanas notificaron informalmente que el cierre durará hasta el jueves 23 de enero, cuando culminen las maniobras militares.
El operativo “Escudo Bolivariano” coincide con un aumento de la violencia en Colombia, donde enfrentamientos entre guerrillas han desplazado a más de 32.000 personas hacia Venezuela. Maduro destacó que en los últimos dos meses se desplegaron más de 2.000 efectivos venezolanos para reforzar las zonas fronterizas ante esta crisis migratoria.
En paralelo, Brasil anunció su propio ejercicio militar para noviembre de este año: la “Operación Atlas”. Este será el mayor operativo militar brasileño de 2025, movilizando 8.000 tropas y vehículos cerca de la frontera con Venezuela. Según fuentes oficiales, la acción busca entrenar a las fuerzas armadas brasileñas ante un eventual escenario de escalada con el régimen chavista.
El contexto regional añade más complejidad al panorama. Con la próxima celebración de la COP30 en Belém, en el estado amazónico de Pará, Brasil tiene un interés estratégico en garantizar la seguridad en su frontera norte. Además, la reciente disputa entre Venezuela y Guyana por el Esequibo sigue siendo un factor de incertidumbre en el continente.
Mientras tanto, las autoridades brasileñas aseguraron que informarán oportunamente sobre cualquier cambio en la situación fronteriza. La tensión entre ambas naciones refuerza la necesidad de monitorear de cerca las relaciones bilaterales y los movimientos militares en la región.