El Papa Francisco disolvió el Sodalicio de Vida Cristiana (SVC), organización religiosa fundada en Perú en 1971. La medida responde a múltiples denuncias e investigaciones que señalaron abusos físicos, psicológicos y sexuales dentro del grupo, algunos contra menores de edad.
Un portal vinculado al Vaticano filtró la noticia, lo que obligó al Sodalicio, que se encontraba en asamblea en Aparecida, Brasil, a confirmar la información. La organización expulsó a dos miembros responsables de la filtración tras admitir su responsabilidad.
Las denuncias contra el SVC salieron a la luz en 2015 con la publicación del libro Mitad monjes, mitad soldados, escrito por los periodistas Pedro Salinas y Paola Ugaz. Este trabajo expuso testimonios de víctimas y motivó al Vaticano a iniciar una investigación en 2018.
En 2023, el arzobispo de Malta, Charles Scicluna, lideró una comisión en Perú para investigar los casos. Tras las indagaciones, el Vaticano expulsó a 15 miembros del Sodalicio, incluido su fundador Luis Fernando Figari. Este es acusado de abusos y de encubrir delitos cometidos por otros líderes como Germán Doig y Jeffrey Daniels.
El Vaticano también expulsó en 2024 a Miguel Salazar Steiger y Rafael Ísmodes Cascón, altos directivos del Sodalicio en Arequipa. Las autoridades eclesiásticas los responsabilizaron de abusos de conciencia, acoso laboral y mala administración de bienes eclesiásticos.
¿Qué pasa en Arequipa?
La disolución impacta directamente en Arequipa. Alí el Sodalicio gestionaba instituciones como la Universidad Católica San Pablo, el Instituto del Sur y los cementerios Parque de la Esperanza. Estas entidades podrían pasar a una administración externa, aunque aún no está claro si el grupo mantendrá influencia en su manejo.
El Vaticano también anuló los privilegios del Concordato para las instituciones del Sodalicio. Esto significa que ya no disfrutarán de exoneraciones fiscales, como el pago de impuestos prediales.
La Universidad Católica San Pablo, implicada en los escándalos, mantuvo un silencio institucional sobre las denuncias. Los periodistas que investigaron el caso han denunciado acoso judicial y mediático, aunque el Papa Francisco les expresó su apoyo en 2024.
El Sodalicio también controlaba otras instituciones en Arequipa, como un colegio por convenio en Cerro Colorado. Su disolución marca un avance hacia la justicia, pero todavía se necesita un esfuerzo mayor para apoyar a las víctimas y garantizar que los responsables enfrenten consecuencias legales.