Como ya lo habíamos señalado en notas y hasta editoriales anteriores, la gestión de Rohel Sánchez no está resolviendo los problemas más urgentes en el sector Salud. Dejando de lado la construcción de hospitales, los grandes males que aquejan a la salud pública son las colas para obtener una cita médica y la falta de equipamiento y medicamentos. Justo respecto a este último punto, la Contraloría encontró que los dos hospitales más grandes —el Honorio Delgado y el Goyeneche— están desabastecidos de fármacos para el tratamiento del Cáncer. Esto es grave, teniendo en cuenta que miles de ciudadanos no tienen los recursos para luchar contra este tipo de males.

El hospital Goyeneche también tiene falencias en la administración de medicamentos para el cáncer.

De acuerdo con dos informes que la Contraloría publicó en su portal, el hospital Goyeneche no cuenta con Azatioprina 50 mg. Este es un medicamento que se utiliza para el tratamiento del cáncer, y evita que el sistema inmunitario ataque articulaciones y otras partes del cuerpo. Un mal común de tratamiento es la esclerosis múltiple.

El nosocomio más antiguo de Arequipa tampoco cuenta con Citarabina, Metotrexato, Talidomida y Temozolamida. Esta última, por ejemplo, inhibe el crecimiento celular canceroso. Si los pacientes diagnosticados con algún tipo de cáncer no reciben estos medicamentos no podrían luchar contra el mal e, indefectiblemente, morirían.

De igual forma, se encontró bajo stock de otros medicamentos. Y lo que es peor, los auditores de la Contraloría encontraron que hay medicamentos que están a punto de vencer. Algunos en marzo y otros en abril. El riesgo es que los medicamentos no se entreguen y deban ser desechados.

Igual en el Honorio

Lo mismo pasa en el Honorio Delgado. Allí la Contraloría encontró desabastecimiento de Dactinomicina y Fludarabina. Este último es una inyección que se utiliza en las quimioterapias y que mata las células cancerosas. Lo que sorprende es la respuesta del personal de salud. “Ambos medicamentos se encuentran desabastecidos porque no tienen rotación, excepcionalmente para un (1) paciente al año, siendo eficiente pedir préstamo del medicamento del Hospital Goyeneche o IREN SUR como transferencia para cubrir la necesidad o derivar la receta para su dispensación en los referidos establecimientos”, dijo la jefa de Farmacia del nosocomio.

Igualmente, se encontró que hay 234 inyectables de Ciclofosfamida. Estos deberían servir para 86 meses, pero están a punto de vencerse, en el mes de febrero. Se trata de un medicamento que se usa para tratar el cáncer y algunas enfermedades renales y autoinmunes.

Al respecto la Contraloría recomienda a la gestión regional que tome acciones para que se adquieran los medicamentos y se evite también el desperdicio de otros que no se está utilizando debidamente. Y como siempre, los afectados no serán el gobernador Rohel Sánchez o sus funcionarios, sino los pacientes y la población en general que requiere tratamientos contra el cáncer.