Los dirigentes de 16 pueblos jóvenes de Mariano Melgar se reunieron en el local social del sector Jerusalén para expresar su rechazo al inicio de un proyecto de tuberías encabezado por Sedapar para llevar agua potable hacia los distritos de Sabandía, Characato y Socabaya. Wilfredo Salcedo, presidente del pueblo joven Jerusalén, informó que la población exige soluciones antes de aprobar la ejecución. «Primero solución en Mariano Melgar y luego veremos si nos sentamos a conversar», declaró.
Desde noviembre, los pobladores han solicitado diálogo con Sedapar, pero no han recibido respuesta. Según Salcedo, «la empresa ejecutora ya tiene fecha para comenzar en marzo, y nos preocupa que esto ocurra sin haber resuelto nuestros problemas». La principal queja radica en la falta de agua potable para los pueblos altos, una situación que, según los dirigentes, afecta a niños, mujeres y ancianos. Además, temen que el nivel de presión disminuya en los hogares que si cuentan con el servicio y que, además, los problemas actuales en cuanto a las interrupciones del servicio se agraven.
El proyecto de Sedapar busca llevar agua potable a Characato y Socabaya. Los vecinos cuestionan la priorización de obras fuera de su territorio, pese a las carencias que enfrentan. «No daremos licencia social mientras no se solucionen nuestros problemas», advirtieron en la reunión.
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Además de la falta de comunicación, los residentes consideran que Sedapar no ha cumplido con compromisos previos. Desde 2014, persisten deficiencias en el suministro de agua que no han sido atendidas. Este historial ha minado la confianza de los pobladores en la empresa estatal.
La incertidumbre y el temor de enfrentamientos surgen ante el avance del proyecto. «Queremos evitar confrontaciones con la empresa ejecutora, pero es indispensable que nos escuchen», agregó Salcedo. Ante esto, los dirigentes instaron al alcalde Óscar Ayala Arenas a mediar en el conflicto y garantizar soluciones efectivas.