El presidente Nicolás Maduro advirtió que Venezuela, junto con Cuba y Nicaragua, está lista para “tomar las armas” si se materializa una intervención militar extranjera. La declaración surge en un contexto de creciente tensión tras las acusaciones contra el exalcalde opositor Leopoldo López.
El Ministerio Público, encabezado por Tarek William Saab, solicitó una alerta roja a Interpol contra López, exiliado en España, por instigación a una intervención militar que, según Saab, busca “bañar de sangre” a Venezuela. La investigación incluye cargos de traición a la patria, conspiración y asociación para delinquir.
López compartió recientemente las declaraciones del expresidente colombiano Álvaro Uribe, quien propuso una intervención internacional avalada por la ONU para destituir a Maduro. En sus redes sociales, López expresó que esta opción debe considerarse tras “recorrer todos los caminos” para un cambio político.
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La Fiscalía condenó el respaldo de López a lo que considera un llamado bélico, vinculándolo con figuras como Uribe e Iván Duque, exmandatario colombiano. Saab calificó a ambos como “criminales de guerra” y afirmó que no se permitirá la promoción de actos armados contra el país.
Por su parte, Maduro enfatizó que “nadie quiere la intervención militar”, pero insistió en la preparación defensiva para salvaguardar la paz y la soberanía nacional. Su posición refuerza la narrativa oficialista frente a lo que denominan amenazas externas y complicidad de sectores opositores.
La crisis política venezolana se agrava tras la polémica reelección de Maduro, cuya legitimidad es cuestionada por la oposición, que asegura que el triunfo correspondió al exembajador Edmundo González Urrutia. Ambos sectores mantienen posturas irreconciliables en medio de acusaciones de fraude.
Mientras las tensiones persisten, el futuro político de Venezuela parece cada vez más incierto, con el gobierno endureciendo su postura y la oposición enfrentando nuevas acusaciones de desestabilización. La comunidad internacional observa con preocupación este escenario polarizado.