La riqueza natural de Chiguata está en peligro. Y es que un nuevo capítulo de deforestación se escribió en este distrito arequipeño, donde los bosques de queñuales. Estos son vitales para el ecosistema local, fueron destruidos en gran cantidad. La denuncia la realizó la regidora Geraldine Soreli Benavente Ávalos.
Según el informe de fiscalización N° 001-2025/RM-MDCH, emitido por la concejal el pasado 10 de enero, el atentado contra la flora silvestre afecta más de 5 kilómetros de la Reserva Nacional de Salinas y Aguada Blanca. Esto fue provocado por algunos trabajos de maquinaria pesada que fueron ordenados por la gestión de la alcaldesa Gladys Ticona Flores. Según dijo la edil en una sesión de concejo municipal, era para construir una carretera en el sector.
En tanto, desde el Servicio Nacional Forestal y de Fauna Silvestre (Serfor) informaron que se constató la pérdida de 7 mil metros cuadrados del bosque de queñuales. Además de sancionar administrativamente al municipio de Chiguata, informarán a la fiscalía de Medio Ambiente para que inicie las acciones penales contra los que resulten responsables.

Flora en peligro
El documento revela que la flora sufrió un daño irreparable, pese a que se trata de un área natural protegida por el Estado. Y que debería ser intervenida únicamente con una evaluación de impacto ambiental aprobada. Queñuales, roncadores y cactáceas, entre otras especies fueron destruidas. Y se causó un perjuicio a cerca de 3 mil organismos vivos preservados por el Decreto Supremo N° 008-2021-MINAM
La denuncia se realizó tras una queja de los vecinos de los sectores Samanilla, Socosani, Arenales y Cachamarca. Específicamente en zona conocida como “Las Emes”, donde crecen estas especies endémicas protegidas. Estos pobladores mostraron su indignación ante esta situación, denunciando que desde diciembre del año pasado fueron testigos de la devastación.

La regidora Benavente señaló que la alcaldesa minimizó los hechos durante la última sesión de Concejo Municipal. Argumentó que los trabajos se realizaron con el objetivo de encontrar una fuente de agua. Sin embargo, la fiscalizadora exigió que se presenten los documentos que respalden estas acciones. Esto porque no existe registro alguno de la obra ni de cómo ingresó la maquinaria pesada a la zona protegida.
“La alcaldesa indica que no existe ningún tipo de expediente técnico, ficha técnica y demás para hacer una carretera en este espacio. Por lo tanto no tendría razón de ser que haya ingresado la maquinaria. Aparentemente es maquinaria que venía de San Juan de Tarucani y de propiedad de la Municipalidad Provincial de Arequipa. Le pidieron que ingrese a mejorar esta vía. Queremos saber cómo se da esta autorización para que ingrese esta maquinaria a este espacio”, declaró Benavente. .

La Reserva Nacional de Salinas y Aguada Blanca es un ecosistema frágil y de gran importancia para la región. Alberga una gran diversidad de flora y fauna, además de ser una fuente importante de agua. La destrucción de este espacio natural no solo afecta al medio ambiente, sino también a las comunidades que dependen de sus recursos. La recuperación de estos ecosistemas dañados puede tomar décadas, si es que es posible.

Constatación de la PNP
Ante esta grave situación, la regidora ha anunciado que presentará una denuncia formal ante la Fiscalía por los presuntos delitos de omisión de deberes funcionales y contaminación ambiental. Asimismo, solicitó al Servicio Nacional Forestal y de Fauna Silvestre (Serfor) que inicie una investigación de oficio por el atentado contra el ecosistema
“Hay especies protegidas dañadas en gran magnitud. Ya hicimos la notificación a Serfor para que puedan acudir inmediatamente. Pusimos en autos al Concejo Municipal. Serfor tiene conocimiento de esto hecho y tiene que investigar”, indicó la concejal.


El ataque a la flora silvestre de Chiguata ya es de conocimiento de la Policía Nacional del Perú (PNP). Los regidores Haydee Cabana Cristóbal, Haydee Rodríguez Mollapaza, Geraldine Soreli Benavente Avalos, Noe Flores Díaz y Alfredo Flores Flores realizaron una constatación policial para verificar la depredación de vegetación en el área natural protegida.
“Los agentes constataron un camino de trocha de 4 m de ancho y 50 km de largo, el cual finaliza en el río Huasamayo. A lo largo del camino se puede observar en el suelo marcas de maquinaria pesada (cadenas de oruga) y se constata que la vegetación se encontraba en el camino que ha sido depredado”, se desprende del documento policial que yace en la comisaría de Chiguata.
Este medio intentó comunicarse con la alcaldesa de Chiguata, Gladys Ticona, pero no obtuvimos éxito. La burgomaestre no deslindó su responsabilidad en este asalto al medio ambiente, ya que no contestó las llamadas ni los mensajes de WhatsApp.
Bajo investigación
La deforestación de esta cobertura vegetal ya está bajo investigación del Servicio Nacional Forestal y de Fauna Silvestre (Serfor). El jefe zonal, Luis Felipe González Dueñas, señaló que se encontraron varios kilómetros afectados en la zona de amortiguamiento de la Reserva Nacional de Salinas y Aguada Blanca.

“La primera semana nos aproximamos al bosque. Hicimos la evaluación del daño. Son casi 7 mil metros cuadrados afectados, retiraron la cobertura vegetal. Corresponde al ecosistema de bosque altoandino. Lo que sigue es el inicio de un Proceso Administrativo Sancionador (PAD) después de las acciones. Se va a iniciar contra la Municipalidad de Chiguata”, declaró a Revelación.pe.
González Dueñas también refirió que están próximos a notificar a la Fiscalía Ambiental para que inicien las acciones penales contra los que resulten responsables. “La Queñua está en veda desde el año 1974. Venimos a promover la reforestación. Nos topamos con este tipo de acciones. Hay un daño muy grave e irreparable. Por eso, el informe lo remitiremos a la Fiscalía”, concluyó el funcionario.