Por Gustavo Puma Cáceres. Planificador Urbano Territorial y Portuario, Gobernanza Territorial y Gestión de Ciudades Puerto.
El 2024 ha sido un año complicado para el país. El Perú enfrenta retos estructurales que limitan su desarrollo pleno en términos económicos, sociales y políticos. Ello gracias a un “Chongreso” que solo legisla para sus apetitos personales y no para el pueblo; y un poder ejecutivo que quiere gobernar con 10 lucas y que piensa que el Perú es su chacra. En este contexto, un Proyecto Nacional para el Perú es urgente, necesario y esencial para establecer una visión compartida a largo plazo.
Tanto Jorge Basadre como José Carlos Mariátegui reflexionaron sobre la necesidad de un proyecto nacional para el Perú. Lo hicieron desde perspectivas diferentes pero complementarias. Ambos reconocieron la importancia de construir una visión integral para el país, abordando las divisiones históricas, económicas y sociales que lo han caracterizado. A continuación, se analiza lo que dijeron estos pensadores sobre la necesidad de un proyecto nacional:
Jorge Basadre: Perú, Una Visión de Continuidad e Integración
Jorge Basadre, conocido como el «Historiador de la República», reflexionó profundamente sobre la fragilidad del Estado peruano y la importancia de construir un proyecto nacional que integre a todos los peruanos.
Primero, planteó la «promesa de la vida peruana”, en la que afirmaba que el Perú estaba lleno de posibilidades inexploradas. Según él, esta promesa solo podría cumplirse si el país lograba superar sus profundas divisiones sociales, económicas y culturales y por ello su frase «El Perú es un problema y a la vez una posibilidad.»
Además, Basadre identificaba la debilidad institucional del Estado como un obstáculo para el desarrollo nacional. Sostenía que un proyecto nacional debía enfocarse en la construcción de un Estado que no solo administre, sino que sea capaz de liderar el desarrollo del país y garantizar justicia social. Remarcó la necesidad de un Estado fuerte y moderno.
El historiador también insistió en que el Perú debía reconocer y valorar su diversidad cultural y geográfica, pero al mismo tiempo trabajar hacia una integración nacional que permita superar los conflictos entre la costa, la sierra y la selva. Unidad en la diversidad.
Basadre abogaba por una visión de largo plazo que reconozca los retos históricos del país, pero que también aproveche su riqueza cultural y sus recursos naturales. Para él, un proyecto nacional debía basarse en la construcción de instituciones sólidas, la educación y el fortalecimiento del sentido de identidad nacional.
José Carlos Mariátegui: Perú, Una Visión Revolucionaria y Transformadora
José Carlos Mariátegui “El Amauta” uno de los pensadores más influyentes de América Latina, propuso una visión revolucionaria para el Perú basada en el socialismo y en la reivindicación de las masas campesinas e indígenas.
Mariátegui, primero, identificó una fractura entre el «Perú oficial», representado por las élites costeñas, y el «Perú profundo», compuesto por las mayorías indígenas y campesinas marginadas del sistema político y económico.
También planteó la necesidad de una transformación social. Argumentaba que el Perú necesitaba un proyecto nacional basado en una transformación radical de las estructuras económicas y sociales. Proponía una reforma agraria que devuelva la tierra a las comunidades campesinas y elimine las relaciones de explotación.
Veía en la educación un medio para despertar la conciencia social y política del pueblo, empoderando a las clases trabajadoras e indígenas para liderar el cambio, con su célebre frase «No queremos calcar ni copiar, sino crear».
Mariátegui proponía un proyecto nacional que no solo incluya a las mayorías marginadas, sino que se base en ellas como el motor del desarrollo. Su énfasis en la justicia social, la reforma agraria y la integración cultural sigue siendo relevante para cualquier esfuerzo de construcción nacional en el Perú.
Un Proyecto Nacional para el Perú podría inspirarse en ambos pensadores al combinar una visión institucional moderna y un enfoque transformador que permita construir un país con una visión compartida a largo plazo y sentar las bases de un país más inclusivo, justo, solidario, competitivo, sostenible y que la premisa sea el bien común.