Gladys Mendoza, comerciante de artículos de belleza, fue asaltada junto a su hijo en la Av. Revolución del distrito de Paucarpata. Un sujeto en un automóvil la interceptó, arrebatándole su bolso que contenía dinero, pertenencias personales y un valioso cuaderno con los registros de sus clientes.
El robo ocurrió a plena luz del día, pero la identificación de los delincuentes se complica debido a la falta de funcionamiento de las cámaras de seguridad municipales instaladas en la zona. «Si las cámaras estuvieran activas, habría sido más fácil ubicar el auto del ladrón», señaló indignada la víctima.
El cuaderno robado contenía información crucial para la gestión del emprendimiento de Mendoza. “No recuerdo cuánto me debe cada cliente, recuperar ese cuaderno es más importante que el dinero robado”, declaró con preocupación. Su desesperación la llevó incluso a buscar en las torrenteras con la esperanza de hallar sus pertenencias desechadas.
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Tras el asalto, la víctima y efectivos policiales acudieron al municipio para revisar las grabaciones, pero recibieron la lamentable noticia de que las cámaras no funcionan. La situación ha generado indignación entre los vecinos, quienes demandan mejoras urgentes en la vigilancia del distrito de parte de la autoridad municipal.
El caso evidencia la vulnerabilidad de los ciudadanos ante la creciente delincuencia y la deficiencia de herramientas de seguridad. “¿De qué sirve tener cámaras si no están en funcionamiento?” cuestionó Gladys Mendoza, destacando la falta de compromiso por parte de las autoridades locales.
El robo no solo representa una pérdida económica, sino un golpe a la estabilidad de una emprendedora que, como muchos, enfrenta desafíos para mantener su negocio. Los vecinos de la zona exigen acciones inmediatas para restablecer la seguridad y garantizar la funcionalidad de las cámaras instaladas.