Olinda María Galarza de Arroyo, de 81 años, perdió la vida al ser atropellada por una combi del Sistema Integrado de Transporte en la cuadra siete de la avenida Ejército. El conductor avanzó sin percatarse de su presencia frente al vehículo, convirtiéndola en una víctima más de la irresponsabilidad de los conductores de transporte público en Arequipa.

El accidente quedó registrado por cámaras de seguridad, las cuales muestran cómo la mujer desciende de una combi a mitad de la vía. Al intentar llegar al paradero, cruzó frente a otra unidad cuyo conductor, Wilfredo Garambel Iberos (45), no se percató de su presencia. El conductor avanzó cinco metros mientras el cuerpo de la víctima quedaba atrapado bajo el vehículo.

Los testigos relataron que el conductor detuvo el vehículo después de escuchar los gritos de las personas en el paradero. Aunque intentaron auxiliar a la víctima, Olinda Galarza falleció debido a la gravedad de sus heridas. Este hecho evidencia la ausencia de protocolos de seguridad y el irrespeto hacia los peatones.

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La Policía Nacional busca al conductor de la combi que dejó a la mujer en medio de la pista, lo que contraviene las normas básicas de transporte. Por otro lado, las autoridades mantienen a Wilfredo Garambel detenido en la comisaría de Cayma mientras avanzan las investigaciones.

Este caso refleja graves deficiencias estructurales en el sistema integrado de transporte de Arequipa. La falta de regulación efectiva y la conducta irresponsable de algunos conductores ponen en peligro diario a los usuarios, en especial a los más vulnerables, como adultos mayores y niños.

Los familiares de Olinda Galarza exigen justicia y demandan una sanción ejemplar para los responsables. También piden una revisión integral del sistema de transporte que incluya capacitación para conductores y medidas orientadas a priorizar la seguridad de los peatones.

Asimismo, los familiares criticaron la demora en la llegada del fiscal de turno al lugar del atropello. Denunciaron que, pese a los constantes llamados de la Policía y de miembros de serenazgo, el fiscal tardó dos horas en llegar para realizar las diligencias y proceder al levantamiento del cadáver.