Tres delincuentes armados asaltaron al transportista Roger Apaza Sucasaca en la carretera Arequipa-Puno y le dispararon cinco veces, dejando uno de los proyectiles alojado en su cabeza. Los médicos del hospital Honorio Delgado Espinoza están evaluando cómo extraer la bala tras el ataque.
El asalto ocurrió la mañana del domingo 29 de diciembre, mientras Apaza transportaba verduras hacia Puno. Una camioneta blanca bloqueó su paso en el sector de Mañazo, y los delincuentes dispararon contra el camión. Además de herir al conductor, los criminales robaron las pertenencias y el dinero de los ocupantes, abandonándolos luego en un descampado.
Creyendo que Apaza estaba muerto, los asaltantes huyeron. Sin embargo, los comerciantes que lo acompañaban lograron desatarse y conducir el camión hasta el hospital Manuel Núñez de Puno. Allí denunciaron que la atención médica fue deficiente y criticaron la falta de acción policial ante la gravedad del caso.
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Debido a las limitaciones en Puno, la familia de Apaza decidió trasladarlo a Arequipa, donde ingresó de emergencia al hospital Honorio Delgado. Los médicos siguen monitoreando su delicada condición mientras buscan reducir los riesgos de una cirugía para extraer la bala alojada en su cabeza.
Los transportistas y comerciantes que transitan por esta ruta han denunciado reiteradamente los constantes robos y ataques de delincuentes armados en la vía. La Policía de Arequipa ya inició las investigaciones para identificar a los responsables del crimen. Sin embargo, la inseguridad sigue siendo una preocupación para los afectados.
Este caso evidencia la necesidad urgente de implementar medidas de seguridad en carreteras estratégicas del sur del país, donde la violencia continúa afectando a trabajadores esenciales. La inacción de las autoridades en Puno, junto con la gravedad del ataque, exige una respuesta inmediata para garantizar justicia y prevenir futuros incidentes.