Al promediar la 1 de la tarde, cuatro delincuentes armados ingresaron al banco BBVA, ubicado en la cuadra 4 de la avenida La Marina, en el Callao, y desataron momentos de terror. Los asaltantes obligaron a clientes y empleados a tirarse al piso mientras robaban el dinero de las cajas, para luego huir en un vehículo que los esperaba afuera.
A pesar de que la Unidad de Respuesta Rápida “Águilas Negras” llegó rápidamente al lugar tras el incidente, los efectivos no lograron detener a los asaltantes. Los delincuentes redujeron al único guardia de seguridad presente. La ausencia de policías durante el asalto puso en evidencia las fallas en el patrullaje de una zona declarada en estado de emergencia.
El banco cerró sus puertas tan pronto como ocurrió el robo, y los testigos evitaron dar declaraciones por temor a represalias. Esta agencia bancaria sufrió su segundo asalto en lo que va del año. Esto refuerza la preocupación por la vulnerabilidad de estas instituciones en el Callao.
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Vecinos y comerciantes de la zona manifestaron su preocupación ante la ausencia de medidas efectivas de seguridad. “El estado de emergencia no nos protege, ya no es seguro ni ir al banco”, afirmó un residente. Aunque las autoridades prometieron intensificar el patrullaje, la comunidad percibe que estas acciones son insuficientes para detener la ola de asaltos.
No obstante, las autoridades investigan el caso para identificar a los responsables, pero la demora en las acciones ha generado frustración en la comunidad. Este robo, perpetrado a plena luz del día, refleja la creciente inseguridad en una región que continúa siendo un foco crítico de la delincuencia en el país.
El caso reaviva el debate sobre la eficacia del estado de emergencia en el Callao. Mientras tanto, la ciudadanía exige patrullajes más frecuentes y una estrategia integral que enfrente la delincuencia organizada que opera en la zona.