La población del Asentamiento Humano Virgen de las Peñas de Tiabaya lleva más de un mes sin acceso a agua potable, lo que ha llevado a los vecinos a protestar frente a las instalaciones de Sedapar. Más de 2 mil familias en tres pueblos afectados enfrentan esta situación crítica, mientras las autoridades no dan explicaciones claras o soluciones efectivas.

Los pobladores aseguran que el servicio de agua llega solo por períodos extremadamente cortos, de apenas media hora a una hora al día, lo que no alcanza para cubrir sus necesidades básicas. Este racionamiento arbitrario ha provocado un fuerte malestar, especialmente entre las amas de casa y estudiantes, quienes dependen del recurso para sus actividades diarias.

Los dirigentes locales han buscado dialogar con las autoridades municipales y los funcionarios de Sedapar, pero las gestiones no han alcanzado ningún acuerdo. “No tenemos respuesta ni solución”, reclamó un vecino de la zona, criticando la falta de compromiso de las instituciones de saneamiento en Arequipa.

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La carencia de agua perjudica la salud y las condiciones de vida de la comunidad. Ante esta situación, los pobladores recurren a métodos inseguros para abastecerse, como traer agua de un canal de regadío que se encuentra a varios kilómetros del lugar, poniendo en riesgo su bienestar.

El problema no solo responde a la logística, sino también a fallos estructurales. Los vecinos afirman que el sistema actual de distribución de agua resulta incapaz de satisfacer la creciente demanda en el distrito de Tiabaya. “No abastece a toda la comunidad”, insistió un residente, subrayando la necesidad de implementar una planificación adecuada para evitar que esta crisis se agrave.

Las protestas continúan mientras los afectados exigen reuniones inmediatas entre las autoridades locales, la empresa proveedora de agua y los dirigentes vecinales. «El agua es un derecho básico y necesitamos respuestas inmediatas», declaró uno de los manifestantes, expresando el sentimiento generalizado de injusticia que invade a la comunidad.

Las organizaciones vecinales solicitaron encuentros urgentes para esclarecer las causas del problema y presionar por un plan de contingencia. «No hay una explicación clara de por qué se cortó el agua», expresó otro manifestante. Esto refleja la frustración que sienten los pobladores ante lo que perciben como indiferencia por parte de Sedapar.