Escribe Federico Rosado
El 2026 los electores recibirán del presidente de la mesa una cédula equivalente a la tercera parte del cuerpo de una persona que mide 1.70 centímetros. Es decir casi el tamaño de una casaca XL.
Aparte de esta incomodidad, que supondrá una mesa donde colocarla, se encontrará con 546 casilleros en los que decidirá a los futuros gobernantes.
Primero: 78 casilleros para la plancha presidencial, allí puede marcar la fotografía o el símbolo.
Segundo: 117 casilleros para senadores nacionales, allí puede marcar el símbolo y utilizar dos preferenciales.
Tercero: 117 casilleros para senadores por circunscripción, allí puede marcar el símbolo y utilizar dos preferenciales.
Cuarto: 117 casilleros para diputados, allí puede marcar el símbolo y utilizar dos preferenciales.
Quinto: 117 casilleros para parlamentarios andinos, allí puede marcar el símbolo y utilizar dos preferenciales.
Más de 7 mil candidatos.
Otra novedad del proceso electoral del 2026 es el horario de la votación: empezará a las 7 de la mañana y terminará a las 5 de la tarde, lo que implica que los miembros de mesa deberán acudir a la 6 a.m.
El estimado para cumplir con el voto sería, aproximadamente, de dos minutos y medio por persona, por eso las 10 horas de funcionamiento de la mesa electoral.
Si el acto votante culmina a las 5 de la tarde, el escrutinio es probable que se prolongue hasta las 10 de la noche, en el mejor de los casos.
Los miembros de mesa recibirán un pago de 160 soles 50 céntimos y un día de descanso pagado.
En este océano de números, la pregunta es obvia: ¿Elegiremos correctamente?
La respuesta está en el libro “Quiebre de la democracia en el sur” de la UCSM: 92% no sabe elegir a sus autoridades. Pésimo diagnóstico tras décadas de decepciones en que el desencanto y la decepción de los elegidos golpea a los electores.
Cuando la democracia agoniza, la corrupción se regodea, la mediocridad impera, El Perú ya no es promesa.