Liris Pérez Aruhuanca es de las mujeres que piensa que algunos momentos no solo son momentos, sino recuerdos que nunca se desvanecen. Por eso, busca compartir amor a través de detalles únicos hechos por sus propias manos. Con esa motivación nació “Obsequios y Detalles”, su empresa con la que busca plasmar las ocasiones más especiales.
Su negocio nació en medio de la pandemia del coronavirus. Y aunque esos tiempos eran difíciles, Liris Pérez, una mujer de mirada decidida y manos llenas de creatividad, encontró en las manualidades una forma de enfrentar la adversidad y, a la vez, un medio para conectar con las personas. Su negocio se formó en ese contexto, pero su historia comenzó mucho antes. Cuando aún era una joven de 20 años soñaba con transformar lo simple en algo especial.
Magia en las manos
Liris Pérez Aruhuanca desde pequeña fue una apasionada de las manualidades. La magia de crear algo con sus propias manos la acompañó desde sus primeros años, cuando recogía retazos de papelería y cualquier material reciclable para darles nueva vida. «Siempre fui de las que veía un pedazo de cartón y pensaba en las maravillas que podía crear con él», nos cuenta con una sonrisa nostálgica. Lo que empezó como una afición, se fue transformando en una necesidad.
Al principio sus creaciones estaban destinadas a su familia y amigos. Con cada pieza que producía, Liris veía la felicidad en los rostros de quienes recibían sus regalos. Pero pronto se dio cuenta de que su arte podía llegar mucho más allá. Sin embargo, para expandir su horizonte, tuvo que aprender nuevas herramientas. «No fue fácil. Tuve que adaptarme a los programas de diseño, pero eso solo me hizo crecer», explica, reconociendo que la perseverancia y el aprendizaje continuo fueron clave en su éxito.
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Su nueva marca D’Liris
La empresaria no se detuvo allí. Fue más allá de las manualidades. Es así que, de su pasión por los postres surgió una nueva marca: “D’Liris”. Con esta marca fabrica postres personalizados, desde cupcakes decorados hasta tortas con formas y colores que parecían sacadas de un cuento de hadas. Cada postre era una forma de compartir su amor y dedicación con los demás.
La gente comenzó a pedirle todo tipo de detalles para sus celebraciones. Pero ella busca dejar un legado que trascienda con los años. Por eso, comparte su amor y conocimiento por la repostería. Primero, lo hizo en convenio con la Municipalidad Distrital de Hunter, llevando sus arte a muchas personas que deseaban aprender este oficio. Esta misión sigue su camino. Ahora ofrece cursos de manera independiente, especialmente dirigidos a personas vulnerables y de bajos recursos, con el objetivo de darles una herramienta para emprender y mejorar su calidad de vida.
“Quiero replicar lo que yo sé. Al inicio eran cursos pagados con la municipalidad. Luego fueron gratuitos para muchas mujeres. Así creamos “Alas hacia el futuro” junto con una amiga, buscamos ser un canal de bendición para muchos. Es una plataforma en la que brindamos cursos de chocolatería y repostería para hombres y mujeres. Es muy lindo, capacitar a las personas nos llena de una satisfacción muy grande”, cuenta.
Detalles personalizados
A medida que sus pedidos crecían, diversificó aún más su negocio. Fundó “Personalizate Arequipa”, un proyecto que permite personalizar todo tipo de obsequios, desde tazas hasta polos, pelotas y más. «Es una forma de hacer sentir a las personas que lo que reciben tiene un valor único, que está pensado especialmente para ellas», nos comenta mientras muestra algunos de los productos que ha diseñado con esmero.
Con cada obsequio, Liris Pérez Aruhuanca busca crear momentos inolvidables, esos recuerdos que perduran en el corazón de quien los recibe. Su propósito nunca ha sido solo vender productos. Para ella, cada detalle, cada postre, cada regalo personalizado es una oportunidad para generar sonrisas y regalar momentos imborrables.
«Cada vez que alguien me dice que mi trabajo les hizo feliz, siento que todo el esfuerzo vale la pena. Nuestro objetivo es hacer que las personas pasen momentos muy especiales y que sea de recuerdo para todos. Queremos ser una empresa que sea referente también con el medio ambiente «, reflexiona.
Liris Pérez Aruhuanca no solo es una empresaria exitosa, sino también un faro de esperanza y creatividad en tiempos difíciles. Su historia demuestra que, con pasión, perseverancia y una buena dosis de amor, es posible transformar las adversidades en oportunidades. Y regalarle al mundo lo que más necesita: un poco de alegría y muchos detalles que hablen por sí solos. Si quiere sorprender a una persona especial, no dude en comunicarse al 942623615. No se arrepentirá.
