En el vertiginoso mundo de la industria del plástico, pocos logran destacar por su visión y perseverancia como Eduardo Valencia Flores, un empresario que apostó por combinar innovación, calidad y responsabilidad ambiental para mantenerse a la vanguardia del sector. Desde sus comienzos, la empresa Industrias Unidas Cosmos (Inducos) SAC supo entender las necesidades del mercado. Y hoy distribuyen más de 100 modelos de envases por todo el Perú.
El origen de Inducos SAC se remonta a 22 años atrás. Su fundador había adquirido el conocimiento de la industria del plástico luego de trabajar más de 19 años en una embotelladora transnacional. Pero Eduardo no es de los que deja todo al azar. Por eso, se instruyó con libros empresariales que lo inspiraron a dar el gran paso de formar su propia empresa, que también contribuya a la economía circular.
“La idea nació después de leer el libro «Padre rico, padre pobre» de Robert Kiyosaki. Eso me inspiró para hacer empresa. Yo trabajé en Juliaca como jefe de planta en esa compañía y cuando regresé después de 20 años a Arequipa pude concretar mis sueños. Tuve que aprender a soplar envases y ser vendedor”, cuenta desde su fábrica ubicada en la avenida Perú, en el distrito de Cerro Colorado.
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Marcan la diferencia
Inducos SAC era un pequeño taller que abastecía a la empresa Socosani. Con el tiempo, la pequeña empresa fue expandiendo su oferta de productos, pasando de fabricar simples botellas para refrescos a crear envases personalizados de todo tipo. La innovación del acucioso empresario lo llevó a producir botellas en forma de huacos prehispánicos, para exportar el agua de coca al extranjero, o de mancuernas (pesas), que se ofertan en los gimnasios. Así como muchos otros diseños.
“Algunos clientes nos encargan sus pedidos y nosotros los personalizamos. Tenemos una gran capacidad de fabricación. Ahora pasamos los 100 modelos. También fabricamos el etiquetado para las empresas que lo solicitan. Hemos sacado envases para agua, yogurt, jugos y demás”, añade Eduardo.
Lo que empezó como un pequeño sueño en un taller, hoy es una gran empresa que fabrica más de 100 modelos de envases de plástico PET (Tereftalato de Polietileno) de todos los tamaños. Desde los 60 ml, perfectos para el alcohol, hasta envases que almacenan 7 litros de líquido. Inducos SAC recorrió un largo camino, sus productos ya están en los supermercados de otros países. y es que las empresas peruanas que confían en su calidad y diseño exportan sus productos al extranjero, llevando consigo el sello de una compañía que no teme marcar la diferencia.
“Si nos hemos mantenido por décadas y somos los pioneros, es por la preferencia de los clientes. Los envases son de calidad que siempre hemos mantenido. Los controles son estrictos en el proceso productivo. Así garantizamos un buen envase. Tomamos a nuestros clientes como socios estratégicos para que confíen sus proyectos en nosotros. Siempre cumplimos”, cuenta.
Cuna de empresarios
El secreto detrás del éxito de la empresa arequipeña, más allá de la innovación y la calidad, radica en su equipo. Con una visión de crear envases y formar una escuela de empresarios. Inducos SAC se convirtió en el semillero de muchas otras empresas del mismo rubro. La mayoría de los empresarios peruanos dedicados a la fabricación de envases plásticos comenzó su camino de la mano de Eduardo Valencia.
“De aquí han salido empresarios que ahora se dedican a los mismo y que tienen su empresa. También fuimos pioneros en Tacna. La mayoría se formó en Inducos, siempre les decía que sean empresarios. Yo pude ayudarlos a formarse como empresarios. Ese es el legado que dejamos”, concluye.
Este compromiso con la excelencia fue reconocido a nivel nacional. La empresa recibió el Premio Nacional a la Pyme, en el rubro de fabricación y manufactura. Una victoria que hace reconocimiento al arduo trabajo de un hombre que, con su visión e innovación constante, transformó una simple idea en un gigante de la industria.
Eduardo Valencia Flores, el fundador, no sólo logró construir una empresa exitosa, sino que también contribuyó a la formación de una comunidad empresarial sólida. Inducos SAC también es un taller de sueños, un crisol donde los proyectos se forjan y se lanzan al mundo con la misma pasión y precisión que caracterizó a la empresa desde sus inicios.