Olga Mamani Cosi, quien fue baleada junto a su esposo Edgar Quispe Barrantes en el distrito de Majes (Caylloma) aproximadamente hace un mes, falleció la madrugada del viernes en el hospital Goyeneche, tras una dura lucha por sobrevivir. El ataque, ocurrido en su propiedad, habría sido perpetrado por presuntos sicarios, quienes torturaron a la pareja antes de dispararles.
La Policía Nacional ha informado que ambos fueron maniatados y sometidos a torturas durante varias horas. Mientras Edgar Quispe murió en el lugar, Olga Mamani sobrevivió inicialmente, pero su estado crítico finalmente derivó en su deceso. Según las declaraciones preliminares de la víctima antes de fallecer, los atacantes eran de nacionalidad venezolana.
Investigación
El coronel Edward Vázquez, jefe de la Divincri, indicó, en su momento, que la investigación había dado un giro. Aunque en un inicio se barajó la hipótesis de un asalto, nuevos indicios apuntaron a una posible represalia relacionada con una presunta red de estafa piramidal. “No descartamos que el móvil esté ligado a un incumplimiento financiero dentro de estas redes que operaban en Caylloma”, comentó.
El modus operandi de esta red consistía en captar grandes sumas de dinero con la promesa de rentabilidades elevadas. Sin embargo, muchos inversionistas, entre ellos agricultores locales, no recuperaron su capital, lo que habría desatado represalias. En la propiedad de la pareja, ubicada en el sector C de la asociación Apex, los investigadores encontraron una motocicleta con placa adulterada, un casco y huellas de sangre.
Días después del ataque, desconocidos regresaron a la vivienda de las víctimas, dejando pintas amenazantes y disparando contra la propiedad. En una de las paredes, se pudo leer: “Las cosas claras, plata o plomo. Estafadores OmegaPro”. Este mensaje refuerza la teoría de que el crimen estuvo motivado por deudas o conflictos derivados de una estafa piramidal.
Por el momento, las investigaciones continúan mientras las autoridades intentan identificar a los autores del crimen.
