La gestión del gobernador Rohel Sánchez no puede concluir la cartera de proyectos en provincias. Y es que recientemente los trabajos que se ejecutaban en la carretera Tomepampa – Alca – Puyca, en la provincia de La Unión, se paralizaron. Debido al estancamiento, decenas de obreros y proveedores quedaron impagos. Hay al menos S/ 1.5 millones en juego para ellos.
Sucede que tras la elaboración del expediente técnico, el Consorcio Tomepampa trabajaba en la vía que une directamente estas jurisdicciones, con un presupuesto de 37 millones 291 mil 219 soles. El contrato fue suscrito en la gestión de la exgobernadora Kimmerlee Gutiérrez, el 29 de diciembre de 2022, pero pasó un proceso de correcciones y se retomó con la administración de Rohel Sánchez.
Sin embargo, hace dos meses, la obra fue paralizada cuando ni siquiera supera el 40% de avance físico. Los proveedores señalan que los verdaderos motivos del entrampamiento del proyecto serían: que la contratista explicó que el GRA no realizó el pago de la valorización; pero también comentan que el consorcio encargado carece de presupuesto para continuar.
Proveedores afectados
Según informó José Ancasi García, representante de los proveedores, los pagos pendientes ascienden a más de 1 millón y medio de soles. La deuda data desde abril del presente año y afecta a 27 proveedores que suministran maquinaria, materiales de ferretería y otros servicios. Esto se encuentran en una situación crítica que afecta su flujo de operaciones.
Además, el Gobierno Regional de Arequipa maneja la posibilidad de rescindir el contrato con la empresa. Esto deja en incertidumbre la fecha de reanudación del proyecto. Por ello, los proveedores ven con preocupación la posibilidad de que la obra sea abandonada, como ha ocurrido con otros trabajos de infraestructura en la región. Como por ejemplo, los hospitales que llevan años paralizados.
“El Gobierno Regional no resuelve este tema y nos preocupa que quede abandonado. La falta de pago supera el millón y medio de soles. Hemos venido a Arequipa y nos enteramos de que se está cancelando el contrato. Nosotros como proveedores quedamos en el aire. No sabemos con exactitud por qué se paralizó la obra, no nos explican nada”, declaró a Revelación.pe.
Los adeudos también alcanzan a los pobladores de la zona que trabajan como obreros de construcción civil. Y es que tampoco recibieron sus remuneraciones. La paralización de la obra de Tomepampa – Alca también retrasa un proyecto de vital importancia para la región, lo que pone en riesgo el desarrollo de infraestructura clave para el transporte.
“A los obreros también les dejaron sin pago desde octubre. Presentaron documentos solicitando que se les pague, pero no responden. Esta situación nos está perjudicando. Todos tenemos hijos y necesitamos nuestros pagos. Vamos a seguir exigiendo. Si trabajamos es porque necesitamos para sostener nuestra familia”, concluyó Ancasi García.
GRA se lava las manos
En tanto, la consejera regional de la provincia de La Unión, Nila Roncalla, advirtió que el gobernador Rohel Sánchez no recibió a los proveedores que protestaron en la sede central, pues estos se reunieron con el gerente de Infraestructura, Vicente Zevallos, la jefa de la Oficina de Supervisión y Liquidación de Obras, Rosalía Loayza, y el coordinador de obra, Alipio Callo. Sin embargo, la reunión no tuvo éxito debido a que el GRA culpa al consorcio encargado.
“Los pobladores (proveedores y obreros) vinieron, pero solo hemos hablado con otros funcionarios, no con el gobernador. Lo único que nos han dicho es que la empresa tiene que pagar porque es la contratista y así se han lavado las manos”, dijo a este medio.