El Papa Francisco recibió este lunes 9 de diciembre en el Palacio Apostólico del Vaticano a los periodistas Paola Ugaz, Pedro Salinas y Elise Ann Allen. Durante el encuentro, el Pontífice reiteró su apoyo a las víctimas de abusos cometidos por miembros del Sodalicio de Vida Cristiana (SVC) y respaldó las investigaciones sobre la organización religiosa. “El Papa nos ha pedido que públicamente digamos que él apoya las misiones [de investigación] y que todo continúa sobre el cierre del Sodalicio”, declaró Ugaz a la agencia AP.
El Sodalicio, fundado en 1971 en Perú, enfrenta más de 30 denuncias de abuso físico, sexual y psicológico, además de acusaciones por presuntos delitos financieros. En agosto pasado, su fundador, Luis Fernando Figari, fue expulsado de la comunidad hallársele culpable de abuso sexual infantil por la Santa Sede. También se separó a otros 14 miembros también de la organización por crímenes similares. Sin embargo, el SVC aún mantiene presencia en varios países, incluyendo Perú, Argentina, Colombia y Estados Unidos.
El respaldo del Papa a las investigaciones contrasta con la postura de Sebastián Blanco y Giuliana Caccia, defensores del SVC, quienes denunciaron a los enviados del Vaticano, monseñor Charles Scicluna y Jordi Bertomeu. En un video, ambos afirmaron que enfrentaron un proceso de excomunión tras acusar a los enviados papales, aunque señalaron que esta medida fue anulada tras reunirse con el Pontífice.
Caccia ha sido señalada por sus vínculos con la organización. Según el periodista y activista José Escardó, “sigue siendo una operadora del Sodalicio”. Además, Salinas y Ugaz denunciaron haber sufrido represalias, como acoso en redes y procesos judiciales. Salinas enfrenta actualmente una acusación de colusión agravada, que podría derivar en una pena de hasta siete años de prisión.
El Instituto de Prensa y Sociedad (IPYS) expresó preocupación por este caso, calificándolo como un posible acto de venganza y solicitó al juez Manuel Antonio Chuyo Zavaleta un análisis exhaustivo de las pruebas. “Esta acusación parece venir de individuos vinculados al Sodalicio”, indicó la organización.
Las denuncias contra el Sodalicio comenzaron a resonar globalmente tras la publicación en 2015 de Mitad monjes, mitad soldados, libro escrito por Salinas y Ugaz, que documenta décadas de abusos. La intervención vaticana iniciada ese año busca desmantelar la estructura que permitió los crímenes, aunque el SVC sigue operando con influencia en varias instituciones religiosas y educativas.