Escribe Augusto Santillana. Abogado y analista político
Arequipa, que se caracteriza por revolucionaria, eruptiva, luchadora, por ir en contracorriente, anti “establishment”; no iba a estar en sintonía a esa volcánica tradición si la Sra. Boluarte, se aparecía por estos lares con ocasión de la clausura de CADE Ejecutivos 2024. Sería una irreverencia imperdonable. El que no se aparezca no hace sino ratificar que Arequipa se hace respetar. Al evento de ejecutivos no le da ni le quita la presencia de la señora que ya no representa a nadie ni puede gobernar porque no conoce de los problemas del país, menos como resolverlos.
No es la primera vez que Dina Boluarte no puede presentarse o asistir a ceremonias de diferente naturaleza. Y menos en zonas urbanas populosas. Sabe que no será bien recibida por la población, que casi unánimemente la rechaza. Así pasa: a primera hora, su equipo de protocolo y prensa anuncia que asistirá a alguna inauguración de un colegio o de un evento, pero horas más tarde se cancela su asistencia, porque le avisan que el terreno esta movido y la gente se manifiesta hostil.
Así fue en CADE, se anunció que asistiría al evento pero al día siguiente se comunicó su “imposibilidad” de venir. Al parecer el motivo fue el nivel de desaprobación que ostenta y que llegó al 93% en el sector del empresariado. Más aún cuando los resultados se conocieron durante la jornada del miércoles pasado en medio del CADE 2024. Solo un escaso 6% de los líderes empresariales aún la respalda. Por lo que decidió no asistir a la clausura del evento. El año pasado gozaba de un 37% de aprobación en el sector empresarial. Tampoco asistió el Ministro de Economía que estaba programado.
Y es que, Dina Ercilia es “especialista en hacerse querer”. Ahora, con el MENU DINA, con sopita, segundo y postrecito. Sin embargo en Palacio de Gobierno se gasta un sencillito de 4,000 soles al día en alimentos: carnes, verduras, frutas y demás. Dicen que se quiso pasar de graciosita, de congeniarse con las mamitas de los conos. Pero una mujer tan frívola, tan dada a los egos y superficial con sus cirugías plásticas y los regalos de lujo, no puede ser acogida con cariño ni ganarse la simpatía de la gente.
Ya es una sombra fantasmal que los ex presidentes y políticos gocen de la aceptación popular. Tendríamos que remontarnos a los ochentas con Belaunde, al floro de Alan García y el carisma de Bedoya Reyes que aunque no llegó a la presidencia, fue político muy apreciado. También en el Senado de entonces con Alberto Sánchez, Ramirez del Villar, Polar Ugarteche o Armando Villanueva. Hasta Javier Diez Canseco. Esta estirpe, esta raza, este nivel de políticos ya no existen. El Congreso ha sido capturado, ha sido secuestrado al igual que el Ejecutivo por sujetos llevados a esos espacios de poder por organizaciones corruptas, comprometidas con delitos de lavado de activos, minería ilegal, crimen organizado y narcotráfico.
La institucionalidad ha sido tan debilitada que el crimen nos ha desbordado y no dan tregua ni por los estados de emergencia. Hay un retroceso en la gobernabilidad del país. Tenemos ministros que no conocen sus sectores y solo están para aprovecharse de las bondades del poder y hacerle loas a doña Ercilia. Ya lo dijo Julio Velarde en el CADE, el nivel de la política actual sometida a intereses de grupos con otro tipo de interés propio y no del bien común, va a llegar a resentir a la economía y su crecimiento proyectado.
